La FADSP ante el 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres

Como cada año, el 8 de marzo, sirve para denunciar la discriminación y desigualdad persistente, que sufren millones de mujeres en todo el mundo.

En nuestro contexto europeo, asistimos a una catástrofe humanitaria ante la pasividad de los gobiernos, y la denegación de derechos básicos a las personas refugiadas. Las condiciones de vida que soportan son incompatibles con el mantenimiento de la salud, pero en mujeres y niñas se añaden violaciones, trafico para exploración sexual y desatención total a su salud sexual y reproductiva.

A pesar de las leyes igualitarias, en nuestro país las políticas de austeridad en lo económico y conservadoras en lo ideológico han aumentado la desigualdad:

-          La violencia de género, considerada por la OMS como problema de salud pública, que en España afecta al 12,5% de mujeres (macroencuesta 2015) y por la que más de 800 mujeres han sido asesinadas en una década, no encuentra respuesta pública a la altura de las dimensiones del problema. Lo demuestra el recorte de los PGE en políticas de igualdad y violencia de género del 32,9% (de 66 a 44 millones de 2009 a 2016), los graves fallos de los sistemas de protección, la falta de políticas integrales de prevención, y dirigidas en especial a la población joven.

-          Recortes en derechos de salud, como la casi total derivación a la sanidad privada de la IVE y la reforma del aborto que impide a las menores decidir sobre su maternidad, aumentando las dificultades de las que están en peor situación personal y familiar.

-          El impacto en la salud que la exclusión sanitaria aun no resuelta, ha tenido sobre la población en situación más vulnerable, especialmente las mujeres emigrantes.

-          Los efectos de la reforma laboral que se ha cebado en las mujeres ha aumentado su empleo precario y a tiempo parcial, agrandando la brecha de desigualdad ante el empleo y los salarios, limitando la autonomía personal y la salida de situaciones de maltrato.

-          La falta de apoyo a las familias monoparentales, que son los hogares más pobres

-          Las repercusiones sobre la calidad de vida y la salud de las mujeres, presionadas para el cuidado de mayores y dependientes ante la falta de servicios públicos y el desmantelamiento de la Ley de dependencia

-          La falta de desarrollo de la atención sociosanitaria, que provoca que cada día cuidados más complejos a personas con enfermedades avanzadas se realicen en los hogares mayoritariamente por mujeres sin apoyo adecuado de recursos sociales o sanitarios.

-          La desigualdad ante los permisos por nacimiento o adopción, que no favorece la corresponsabilidad y penaliza la empleabilidad femenina.

-          La desigualdad se ceba especialmente con las mujeres con discriminación múltiple por razones de discapacidad, etnia, o situación administrativa irregular

-          El mantenimiento de los estereotipos de belleza, delgadez, o la edad repercuten negativamente sobre la salud e las mujeres favoreciendo el consumo de prácticas innecesarias y perjudiciales para la salud.

            Este 8 de marzo tenemos como telón de fondo, la posibilidad de cambio de gobierno. Para que sea favorable a la igualdad de género, debemos exigir coherencia y compromiso real, con medidas concretas, y políticas que acaben con las discriminaciones señaladas. Como primera prioridad, debe atajar la violencia machista, incompatible con la democracia y los derechos humanos de las mujeres.

Por todo ello, apoyamos las movilizaciones convocadas el 8 de Marzo.

EN MADRID 8 DE MARZO 19H, DE GLORIETA DE ATOCHA A CIBELES

 FEDERACION DE ASOCIACIONESPARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA

3 de Marzo de 2016

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