Sanidad Pública: el fraude del Compromiso de Baltar
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Y hete aquí que a estas alturas, ya prácticamente en el mes de diciembre, nada se ha concretado puesto que el famoso compromiso no ha finalizado, dos meses y medio después de la fecha prevista y sin visos de que se vaya a materializar en los Presupuestos de 2018 lo que quiera que se supone hayan aportado sus participantes, que esa es otra cuestión a analizar. Es decir, mucho humo y marketing, mucho anuncio y promesas para incautos como siempre ha hecho Coalición Canaria.
Deteniéndonos en el proceso del mencionado compromiso, no puede decirse que merezca el calificativo de participativo ya que nos consta que a la administración no le ha interesado la participación de los muchos colectivos que son críticos con la gestión sanitaria, ya sean sindicales, profesionales, de pacientes, familiares y personas usuarias, vecinales, etc., por lo que no han sido invitados en absoluto, como es el caso de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias. Por otro lado, tampoco consideramos que la participación social en salud se solvente con una simple invitación a un proceso consultivo planteado de modo unilateral por la administración, muy al contrario, es algo que tiene que ser deliberativo y corresponsable en la gestión del sistema sanitario. Para ser real y efectiva la participación comunitaria debe tener un carácter ejecutivo, un poder decisorio sobre la identificación de los problemas de salud, la determinación de prioridades de actuación, la asignación de recursos y la evaluación.
Ya en la ILP para la Defensa y Promoción de la Salud y la Sanidad Pública, pendiente de tramitación en el Parlamento de Canarias desde el 7 de marzo de 2012 cuando se tomó en consideración, se proponía desarrollar la legislación sobre participación en dichos sentidos, haciendo posible que la misma promueva las decisiones por consenso y en cualquier caso con carácter ejecutivo, garantizando siempre voz y voto debidamente ponderado. La falta de constitución y funcionamiento de los Consejos de Salud, empezando por los de Zona Básica, debe ser corregida, dándoles carácter decisorio en planificación, gestión y evaluación de las políticas de salud y de asistencia sanitaria. Ampliar sus funciones y crear nuevos instrumentos de participación (foros participativos, nuevas tecnologías, presupuestos participativos, escuela de pacientes). El paripé de última hora de reuniones exprés con unos Consejos de Salud de nivel insular (que realmente no tienen actividad ni vinculación con las Zonas Básicas), no engaña a nadie pues los Consejos de Salud de primera línea de la Sanidad o no existen o ni siquiera se les consulta y ahí es donde está la verdad de un sistema sanitario sin participación de base democrática. Se precisa un trabajo intersectorial, una participación ciudadana real y el apoyo de las administraciones públicas para disponer de estructuras que permitan a la ciudadanía participar de una manera regular y efectiva en todos los niveles y no mediante iniciativas limitadas, mediatizadas y por tanto fraudulentas como la del "compromiso de Baltar".
No queda otra que denunciar el fraude y exigir responsabilidades, por tanta desvergüenza y tomadura de pelo, en primer lugar al Consejero Baltar y a continuación a sus cómplices, muñidores y demás personal de "Palacio", ya que solo se explica el actual estado de cosas, lo descrito y los pésimos indicadores de salud y de atención sanitaria de la población canaria, por la omisión y pasividad de las fuerzas sociales que tienen en su mano darle cumplida respuesta mediante la imprescindible lucha y movilización.
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias
En Canarias a 30 de noviembre de 2017
Portavoz y Presidente de la ADSPC: Guillermo de la Barreda