Recuperar y universalizar la hemodiálisis pública mejoraría la seguridad de los pacientes
Mar
09
2017
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Respecto a las informaciones recientemente publicadas en medios de Castellón sobre la saturación de los Servicios de diálisis hospitalarios públicos, ACDESA-PV quiere manifestar que son el reflejo de una deficiencia que afecta a todo el País Valenciano y son fruto de la privatización perpetrada de estos servicios hace más de 20 años.
1. En los últimos años ha existido un incremento de pacientes que necesitan iniciar diálisis. Según los últimos datos del Registro de Enfermos Renales de la Comunidad Valenciana (CV) en el 2015 comenzaron a tratarse 675 pacientes, el 73% con hemodiálisis, y las cifras de prevalencia indican que hay algo más de 6500 pacientes en tratamiento sustitutivo renal; la mitad en hemodiálisis, un 43% trasplantados y un 7% en diálisis peritoneal. Este aumento del número de pacientes que necesitan diálisis supone que la CV se sitúa a la cola de España en pacientes trasplantados según el registro de la Sociedad Española de Nefrología.
2. La enfermedad renal es un problema de Salud Pública que afecta a un 10% de la población general y consume el 3% del gasto sanitario total, la mayor parte del cual es debido al elevado coste del tratamiento sustitutivo renal (TSR) con diálisis o trasplante. Se calcula que el coste del TSR es seis veces mayor que el de un paciente con VIH o que multiplica por veinticuatro el de un enfermo de EPOC.
3. Dada la complejidad de los pacientes en hemodiálisis, no entendemos que no se dote de más recursos de nefrología (secciones o servicios de nefrología y unidades de diálisis) a todos los hospitales públicos y se prefiera contratar con centros privados. Recuperar la hemodiálisis pública mejoraría la seguridad ante cualquier complicación de los enfermos, evitaría el desplazamiento innecesario de pacientes entre la privada y la pública, a la vez que un número significativo de ingresos hospitalarios y garantizaría una mayor calidad asistencial de los pacientes Consideramos pues que la reversión de la diálisis a la sanidad pública supone una medida eficiente para optimizar los recursos sanitarios.
4. La atención nefrológica para los pacientes en la CV no es universal. De hecho hay 4 departamentos donde está completamente ausente; Vinaroz en Castellón, Arnau de Vilanova y Requena en Valencia, y San Juan en Alicante. Además, si analizamos la disponibilidad de hemodiálisis a nivel de hospitales públicos la falta de equidad aumenta. Así pues, a los departamentos anteriormente mencionados, se sumarían La Plana en Castellón, Sagunto en Valencia y Orihuela en Alicante. Este hecho, junto con la falta de inversión en los centros públicos, provoca que en la actualidad sólo el 20 % de enfermos en hemodiálisis reciben tratamiento en un centro público, mientras que la gran mayoría, el 80%, es atendido en centros privados.
Desde ACDESA-PV proponemos:
- La finalización de los conciertos privados con las empresas de hemodiálisis
- Que la Conselleria dote adecuadamente los centros públicos para hacerse cargo cuanto antes de esta actividad que redundará en beneficio de los pacientes y de la población general
La enfermedad no debe ser un negocio. Los valiosos recursos sanitarios deben de utilizarse en medidas costo-efectivas dirigidas a hacer perdurar la atención de calidad a los pacientes nefrológicos.
Valencia a 6 de marzo de 2017
1. En los últimos años ha existido un incremento de pacientes que necesitan iniciar diálisis. Según los últimos datos del Registro de Enfermos Renales de la Comunidad Valenciana (CV) en el 2015 comenzaron a tratarse 675 pacientes, el 73% con hemodiálisis, y las cifras de prevalencia indican que hay algo más de 6500 pacientes en tratamiento sustitutivo renal; la mitad en hemodiálisis, un 43% trasplantados y un 7% en diálisis peritoneal. Este aumento del número de pacientes que necesitan diálisis supone que la CV se sitúa a la cola de España en pacientes trasplantados según el registro de la Sociedad Española de Nefrología.
2. La enfermedad renal es un problema de Salud Pública que afecta a un 10% de la población general y consume el 3% del gasto sanitario total, la mayor parte del cual es debido al elevado coste del tratamiento sustitutivo renal (TSR) con diálisis o trasplante. Se calcula que el coste del TSR es seis veces mayor que el de un paciente con VIH o que multiplica por veinticuatro el de un enfermo de EPOC.
3. Dada la complejidad de los pacientes en hemodiálisis, no entendemos que no se dote de más recursos de nefrología (secciones o servicios de nefrología y unidades de diálisis) a todos los hospitales públicos y se prefiera contratar con centros privados. Recuperar la hemodiálisis pública mejoraría la seguridad ante cualquier complicación de los enfermos, evitaría el desplazamiento innecesario de pacientes entre la privada y la pública, a la vez que un número significativo de ingresos hospitalarios y garantizaría una mayor calidad asistencial de los pacientes Consideramos pues que la reversión de la diálisis a la sanidad pública supone una medida eficiente para optimizar los recursos sanitarios.
4. La atención nefrológica para los pacientes en la CV no es universal. De hecho hay 4 departamentos donde está completamente ausente; Vinaroz en Castellón, Arnau de Vilanova y Requena en Valencia, y San Juan en Alicante. Además, si analizamos la disponibilidad de hemodiálisis a nivel de hospitales públicos la falta de equidad aumenta. Así pues, a los departamentos anteriormente mencionados, se sumarían La Plana en Castellón, Sagunto en Valencia y Orihuela en Alicante. Este hecho, junto con la falta de inversión en los centros públicos, provoca que en la actualidad sólo el 20 % de enfermos en hemodiálisis reciben tratamiento en un centro público, mientras que la gran mayoría, el 80%, es atendido en centros privados.
Desde ACDESA-PV proponemos:
- La finalización de los conciertos privados con las empresas de hemodiálisis
- Que la Conselleria dote adecuadamente los centros públicos para hacerse cargo cuanto antes de esta actividad que redundará en beneficio de los pacientes y de la población general
La enfermedad no debe ser un negocio. Los valiosos recursos sanitarios deben de utilizarse en medidas costo-efectivas dirigidas a hacer perdurar la atención de calidad a los pacientes nefrológicos.