Por que nos encontramos en un escenario de malestar, frustración, enfrentamiento y desconcierto en la Atención Primaria Gallega
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Ante la pobre oferta de nuevos recursos en AP por parte del SERGAS en la Mesa Sectorial del día 26 de abril, desde la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública queremos comunicar:
Nuestro profundo rechazo y malestar con una actitud de la Administración de realizar una oferta de nuevos recursos muy alejada de las necesidades del nivel primario, mantener el contrato de precariedad laboral en régimen de esclavitud y las malas condiciones en los PAC. Núñez Feijoo casan su política sanitaria en la desinformación, la mentira, el engaño y la potenciación del consumismo sanitario que están deteriorando gravemente la Atención Primaria y generando un clima de malestar y rebelión en los Centros de Salud
La política sanitaria de la Xunta, la Conselleria y el SERGAS se basa en cinco puntos fundamentales:
1.- Utilizar el sistema como negocio para el sector empresarial y las multinacionales (Laboratorios farmacéuticos, empresas de equipamiento tecnológicos, grupos hsopitakarios como Quiron, HM hospites,,,). A la Conselleria ignora la promoción, la prevención de la salud o el derecho de la población a recibir una asistencia accesible, equitativa y de calidad. En este modelo sanitario, basado en el mercado, los servicios y actividades prestadas por la AP tienen un bajo valor añadido como negocio, lo que explica que en lugar de apostar, por ahora, por su privatización se haya optado por el abandono y marginación, dejándola como un filtro hospitalario. Su los recortes en presupuesto y personal han sido muy superiores al de los hospitales.
2.- Engañar, desinformar y fraccionar al personal, para generar la división y el enfrentamiento en un colectivo frustrado y desnortado por trabajar en un modelo en crisis que no ha desarrollado sus líneas fundamentales: Trabajo en Equipo, orientación comunitaria, priorización de la promoción y prevención, etc.. Los Centros de Salud ofertan, casi en exclusiva, asistencia curativa de bajo nivel de especialización.
3.- Abrir múltiples y falsas negociaciones cuyos acuerdos incumple con las diferentes categorías de trabajadores sanitarios (médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos, fisioterapeutas, trabajadores sociales, etc. ) y con unas organizaciones que defienden intereses contrapuestos y enfrentados: Asociaciones “Científicas”, Colegios de Médicos y de Enfermería, asociaciones profesionales, sindicatos, asambleas, colectivos como los PAC y de precarias, etc..
4.- Proponer en estas negociaciones medidas parciales que ni contentan a los trabajadores de AP ni afrontan los problemas de un modelo enfermo y sin rumbo, por lo que acaban siendo rechazadas por el conjunto de trabajadores, aumentando la confusión, la frustración y el enfrentamiento.
5.- Recortar gasto y personal, que unido al aumento de la demanda de atención por una sociedad consumista sin educación sanitaria, ha conducido a la masificación de los centros que concentran su actividad en las consultas. En este escenario carece de sentido el trabajo en equipo multidisciplinario, se favorece el crecimiento del corporativismo entre el grupo con más poder como es el médico, y los intentos de algunos grupos de solucionar el problema por su cuenta, rompiendo con la solidaridad y cohesión de los equipos en los Centros de Salud.
En esta situación de crisis de la AP se están enfrentando dos tipos de propuestas de fuerte contenido ideológico:
A).- Contemplar el problema como falta de recursos, limitación burocrática en el acceso a pruebas diagnosticas, escasez de equipamiento técnico o de supeditación a las especialidades hospitalarias. La solución pasaría por aumentar el prepuesto de AP, ampliar las plantillas del personal (sobre todo del médico que es el más sobrecargado por las consultas); dotar de poder a los jefes de servicios para gestionar a todo el personal; suprimir las trabas de acceso a recursos y pruebas tecnológicas; acabar con el control de los servicios hospitalarios. En resumen reducir la presión asistencial, aumentar el poder y los recursos diagnósticos, pero sin modificar la orientación medicalizada y exclusivamente curativa de la AP.
Quienes comparten este análisis, que tiene una parte de razón, consideran que la solución pasa por la movilización del personal facultativo al margen de los sindicatos y del resto de los equipos, que tienen un papel poco relevante en los procesos asistenciales y que están menos afectados por la situación de crisis.
B).- Contemplar el problema como la consecuencia del abandono de un modelo de atención integral, trabajo en equipo, orientación comunitaria e implicación social. La actividad de la actual la AP esta dirigida, casi en exclusiva, a prestar asistencia curativa e individual, en consultas masificadas de baja calidad y capacidad resolutiva. La AP es considerada por la administración como el filtro necesario para controlar los flujos de pacientes hacia los servicios hospitalarios (públicos y privados concertados).
La solución en este caso pasaría por dotar de capacidad de planificación gestión a los Centros de Salud; recuperar el trabajo en equipo; dar autonomía a los centros para definir los roles y actividades del personal en función de las necesidades detectadas; trabajar por procesos asistenciales con programas y protocolos consensuados entre todo el equipo y los servicios hospitalarios; potenciar las actividades de promoción y prevención; coordinarse con los recursos e instituciones comunitarias de cada zona; incrementar los esfuerzos para la educación sanitaria.
Sin intervenir sobre estas causas organizativas y funcionales que estimulan la medicalización, el consumismo y el uso irracional de los recursos sanitarios es imposible solucionar el problema de la masificación de las consultas. La experiencia muestra que los aumentan de recursos, si no van acompañados de otras medidas, no solucionan la falta de tiempo de consulta, dado que la demanda sigue creciendo y conduce a medio plazo a la unas consultas igualmente congestionadas.
La solución pasaría por articular la movilización de toda la AP en alianza con las organizaciones sociales, dado que la crisis afecta fundamentalmente a la población (calidad de la atención, masificación de consultas, esperas de días para recibir atención, etc. )
Es necesario lograr el acuerdo de todos los estamentos de la Atención Primaria para ganar poder de negociación frente al SERGAS y la Conselleria y e imponer un cambio de modelo que de racionalidad al nivel primario.
Con este Gobierno que pudre todo lo que gestiona y sin un cambio en la orientación y funcionamiento del resto del Sistema Sanitario Público Gallego va a ser difícil este cambio
Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública
10 de mayo de 2019