Debate: ¿Qué se puede hacer para evitar el desabastecimiento de algunos medicamentos? {flike}
Fecha de Publicacion : 31/08/2019
Autor: Marciano Sánchez Bayle Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP)
Las asociaciones sanitarias culpan a las farmacéuticas y exigen mayores sanciones, mientras que la industria aduce causas técnicas, logísticas y reglamentarias, y dice que siempre hay alternativas farmacológicas para la misma indicación.
En el 2018 el desabastecimiento de fármacos afectó a 1.332 medicamentos, el doble que en el 2015. En agosto del 2018, el centro de información de la Agencia Española del Medicamento (Aemps) reconocía problemas de suministro de más de 370 fármacos. En marzo la cifra ya estaba en 508 y en julio la cifra ascendió hasta 557.
Algunos de los fármacos que se echan de menos en las boticas son de utilización muy común, y la cifra sigue creciendo. Para poner fin a este problema la Aemps propuso actuar sobre las casusas y también sobre el impacto de las consecuencias, porque, según reconocía su propio informe, esta situación «supone una importante sobrecarga para médicos, farmacéuticos y administraciones sanitarias, con elevados costes asociados».
Los médicos gallegos reconocen sufrirlo a diario, viéndose obligados a buscar alternativas para que el día a día de los enfermos no se altere demasiado. ¿Cuál es la solución a este problema?
Desabastecimiento farmacéutico, causas y soluciones
Ante los crecientes episodios de desabastecimiento de determinados medicamentos que está sufriendo el país, hay que hacer las siguientes consideraciones:
Las empresas farmacéuticas están obligadas, al permitirse la comercialización de un medicamento, a garantizar un abastecimiento adecuado y continuado del mercado, y esta obligación se incumple de manera notoria cuando se produce el desabastecimiento de un producto farmacéutico.
Según la Agencia Española del Medicamento, en el 2018 se produjeron 75 notificaciones de impacto mayor, que se define cuando la falta del medicamento genera un impacto asistencial importante, por no disponer de alternativas terapéuticas en alguna o ninguna de sus indicaciones, siendo necesarias acciones que van más allá de la sustitución del medicamento por el farmacéutico o el cambio de prescripción por parte del médico (por ejemplo, comercialización excepcional o importación de medicamentos extranjeros).
Aunque puede haber algunos casos imprevisibles que provoquen problemas de abastecimiento (por ejemplo, la retirada del Valsartan), la mayoría de los casos se dan con productos que siguen comercializados en los que el desabastecimiento ha sido provocado.
La causa del problema está en la insaciable capacidad de la industria de buscar beneficios cada vez mayores, porque los desabastecimientos se producen porque se deriva la producción hacia otros países donde esperan alcanzar una mayor rentabilidad; en medicamentos que consideran que les dejan pocos beneficios (no que les produzcan pérdidas, sino que la rentabilidad se sitúa en los límites normales de otros sectores de la economía), o, en otros casos, en los que pretenden sustituirlos por nuevos productos que, aunque no tengan beneficios significativos sobre la salud, son en cambio mucho más caros.
Conviene recordar que el gasto farmacéutico en España es elevado, el 18,6 % del gasto sanitario total (16,3 % de promedio en la OCDE). Gastamos en farmacia 2.100 millones de dólares más en poder partidario de compra que lo que nos correspondería si gastásemos lo que el promedio de la OCDE.
Desde el Ministerio de Sanidad se impulsa un Plan de Garantías de Abastecimiento de Medicamentos 2019-2022 que recoge una serie de medidas, positivas, basadas esencialmente en la detección precoz de los desabastecimientos y algunas actuaciones para paliarlos que, aunque mejoran la situación, no van al fondo del problema, por lo que su capacidad para solucionarlo no será alta.
En estas circunstancias aumentar el precio de los medicamentos con problemas de suministro es una propuesta disparatada, porque incentiva el desabastecimiento para aumentar los precios y lejos de solucionar el problema lo agravaría. Es bien conocido que los problemas de suministro están en gran parte generados por las empresas para subir los precios y/o favorecer la sustitución por medicamentos más caros. Esta propuesta fomenta esa situación y favorece un incremento permanente de los precios; y por otro lado, parte del reconocimiento de que los desabastecimientos no son estructurales sino provocados.
Desde la FADSP entendemos en cambio que la solución pasa por dos medidas fundamentales. La primera es sancionar de manera importante y ejemplar a las empresas incumplidoras de sus obligaciones de abastecimiento, y la segunda poner en marcha una empresa pública farmacéutica que garantice en todo momento el acceso de la población a todos los medicamentos básicos para garantizar su salud (lo que por cierto acaba de ponerse en marcha en Portugal).