Desde la Asociación Gallega para a Defensa da Sanidad Pública, apoyamos a las autoridades sanitarias, en la lucha contra la pandemia de coronavirus.
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Apoyamos y colaboramos con las medidas y recomendaciones del SERGAS y del Ministerio de Sanidad: no salir de casa, lavarse las manos, controlar la fiebre se se tiene tos, dolor de garganta o malestar general y ponerse en contacto con su centro de salud se aparecen estos síntomas; no acudir innecesariamente a los servicios de urgencias; en la medida del posible realizar las consulta con los centros de salud por vía telefónica... y nos ponemos a la disposición de las autoridades para ayudar en las medidas que sean necesarias.
También apoyamos a los trabajadorxs sanitarixs en su esfuerzo diario y los riesgos que corren por atender a la población.
Con todo, queremos recordar que ahora que el SERGAS plantea, entre otras cosas, utilizar hoteles con fines sanitarios y se habla de falta de camas y de otros recursos, en muchas áreas sanitarias gallegas, como en el caso de la de Vigo, el SERGAS cerró en los últimos años muchos centros y camas hospitalarias y redujo personal y servicios.
El área Sanitaria de Vigo, perdió un total de 517 camas, dado que los recortes afectaron al proyecto inicial del Hospital Álvaro Cunqueiro (394 camas) al Hospital del Meixoeiro (71 camas ) y el Nicolás Pena (52 camas):
- El Hospital Álvaro Cunqueiro, sufrió importantes recortes en su proyecto inicial: Una reducción de mas de 80.689 M2 sobre una superficie de 172.000 metros construidos. Edificios Anexos, 23.381 m2 ( Hotel de Pacientes 5.100 m2 ,Guardería 2.500 m2 , Cuidados Mínimos , 148 Camas y 8.581 m2, Unidad de Docencia e Investigación 4.744 m2 , Rehabilitación 2.456 m2 ) Área Ambulatorio, 22.500 m2 (7.500 m2 por planta x 3 plantas). Bloque quirúrgico 7.100 m2 ( 2.700 m2 por planta x 4 plantas). Laboratorio Central, 8.618 m2 (Que pasó a ubicarse en el H. Meixoeiro). Unidad de Fecundación in vitro, (Que quedó situada en el H. General de Vigo). Unidad de Diagnostico por Imagen, 1.670 m2 ( De 59 sanas de Diagnostico por imagen, pasaron a 32 , las de TAC de 5 a 4, las de RMN pasaron pasaron la ). Área de Urgencias, 1.420 m² ( de 72 camas de observación quedaron ). Unidad de críticos (de 60 camas pasaron a 45).
- En el Hospital Meixoeiro: en 2016 la Xunta de Personal denunció el cierre de tres plantas y de las 71 camas.
- Parte del edificio del antiguo Hospital General: la Plataforma SOS Sanidad Pública de Galicia, pidió que los anexos fueran destinados a uso sanitario pero a pesar de las protestas y la movilización ciudadana y sanitaria, el anexo 1 pasó a formar parte del proyecto de la Ciudad de la Justicia.
Por último, recordamos que también se cerraron para uso sanitario otros recursos en este Área:
- El Policlínico Cíes: este centro, podría albergar 150 camas. La Plataforma SOS Sanidad Pública de Galicia, propuso que se dedicara la atención de crónicos y/o la atención sociosanitaria, ya que disponía de cocina, lencería y lavandería. También, y a pesar de las protestas, fue cerrado y devuelto a la Tesorería de la Seguridad Social en el 2015.
- El Hospital Psiquiátrico del Rebullón: cerró en 2016 y en el edificio se sitúa en la actualidad el archivo de historias, un almacén, talleres ocupacionales y el 061 tiene una base de ambulancias.
- El Centro de Especialidades de Col fue abandonado en 2015 y lo de la Doblada en el 2017.
Nuestro apoyo no debe encubrir y silenciar las políticas anteriores que dificultan ahora afrontar la crisis y esperamos que no se repitan y un cambio total en las mismas. ES necesario garantizar en el futuro un Sistema Sanitario Gallego Público y dotados de los recursos para hacer frente a cualquier problema de salud.
Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública
27 de marzo del 2020
Una potente Atención Primaria es imprescindible en las crisis sanitarias
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La Comunidad de Madrid esta trasladando personal desde Atención Primaria al hospital de campaña instalado en IFEMA y parece tener la intención de cerrar algunos centros de salud y/o reducir significativamente su capacidad para prestar asistencia sanitaria a la población.
En estas circunstancias desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid tenemos que señalar:
1.- La AP madrileña ha sido especialmente castigada por los recortes impuestos por el PP madrileño a la Sanidad Pública, así el número de tarjetas sanitarias por profesional de enfermería y pediatra es el mas alto de todo el país, el de medicina de familia esta en 2º lugar (el 50% de los médicos de familia que en España tienen asignadas mas de 2000 TSI están en Madrid) y el de personal administrativo el 4º. Esto supone que hay muchos problemas para atender la demanda asistencial, sobre todo en momentos en que se producen picos de esta. Por eso una reducción de personal en la AP madrileña creara una situación insostenible.
2.- Desde la Consejería de Sanidad se habla de propiciar la atención domiciliaria para evitar el colapso hospitalario. Si esto ya era difícil en las condiciones en que estaba la AP, si se reduce el personal será simplemente imposible, con lo que se potenciara que la ciudadanía acuda a las urgencias de los hospitales, y por lo tanto el contagio porque es ahí donde se acumulan los enfermos.
3.- Por otro lado desproteger aun mas la AP provocara desatención de las otras patologías que siguen existiendo entre la población y agravara la situación de salud.
4.- De nuevo estamos ante políticas equivocadas de un gobierno, el del PP madrileño, que después de provocar una jibarización de la Sanidad Pública de la región pretende solventar con improvisación y escasa solvencia el problema actual, cuya debilidad en la respuesta, ha contribuido a provocar, es incapaz de resolver de la única manera posible, reforzar la Sanidad Pública, reabrir las camas hospitalarias cerradas, aumentar la contratación de personal, ofertando condiciones razonables para ello y controlando de manera exhaustiva unas residencias en cuya gestión privatizada y falta de control esta una parte importante de la gravedad que ha alcanzado la infección e la región.
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid
26 de marzo de 2020
Comunicado de ACDESA ante la comparecencia de la Consellera de Sanitat Ana Barceló del 24 de marzo de 2020 por la pandemia de COV19
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ADSP MURCIA: COVID-19 Mas que nunca sanidad publica
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La ADSP-RM hemos tratado de caracterizarnos a lo largo de muchos años por una labor de crítica rigurosa y siempre constructiva hacia las deficiencias de nuestro sistema sanitario público, proponiendo y demandando soluciones. No es momento ahora de incidir en ninguna de las deficiencias sino por el contrario de mostrar nuestro máximo apoyo a los principales responsables de Consejería y del SMS y confiar en que su capacidad y dedicación nos llevarán por el mejor camino de entre los posibles en una crisis de gran complejidad, cambiante día a día.
Una de las grandes fortalezas de nuestro sistema sanitario es la cualificación de unos profesionales que en la actual crisis están demostrando mayoritariamente una gran entrega. Es el mejor momento para demostrar toda nuestra profesionalidad y trabajo de servicio público. No es fácil evitar la crítica hacia algunas deficiencias como es la escasez de equipos de protección individual para evitar contagios pero entendemos que esta escasez es común en toda Europa y desde la Asociación hacemos un llamamiento a los responsables para que persistan en el esfuerzo de subsanar este grave problema que parece empieza a mejorar. Deseamos también disponer lo antes posible de suficientes test diagnósticos para hacer frente a la epidemia con mayor eficacia.
Manifestamos también nuestro apoyo al Gobierno de la Nación y al Ministerio de Sanidad confiando en que sigan acertando en sus decisiones y en su labor de coordinación. Queremos poner en valor la actitud constructiva de los partidos políticos de la oposición de la Región de Murcia en la gestión de la crisis y hacemos un llamamiento al Presidente Lopez Miras para que mantenga la misma actitud con el gobierno de España, evitando todo oportunismo político.
Están por venir en la Región de Murcia tiempos muy difíciles y es momento da aunar esfuerzos, entender que serán inevitables ed-inform.net en las decisiones que se adopten y de confiar en que éstos sean los menos posibles. Es momento de confiar en los máximos responsables y directivos de nuestro sistema sanitario, de arrimar el hombro y de aplicar con disciplina las instrucciones recibidas. Tiempo habrá pasada la crisis de poner en valor la necesidad de un sistema sanitario público reforzado y con recursos suficientes en defensa de la salud de los ciudadanos.
Desde la Asociación hacemos un llamamiento a directivos y profesionales sanitarios a estar a la altura del difícil reto al que la pandemia nos enfrenta. Será difícil superar esta crisis sin la imprescindible colaboración del conjunto de la ciudadanía que mayoritariamente coopera activamente y a la que hacemos también un llamamiento a continuar por el mismo camino.
La ADSP-RM se pone a disposición de las autoridades sanitarias de la Región mostrándoles nuestro máximo apoyo y nuestro deseo de que acierten en las difíciles decisiones que habrá de ir adoptando.
Covid-19: Certezas, incertidumbres y problemas que plantea
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Desgraciadamente las certezas son pocas porque se trata de un virus nuevo (en realidad una variable de un grupo bien conocido, los coronavirus). En todo caso sabemos que su difusión es muy grande, que existe un porcentaje elevado de los infectados que no muestran síntomas, o muy pocos, y que los efectos graves y la letalidad se focalizan en las personas con más edad y con pluripatología (es decir, como casi todos los virus), mientras que los niños o no padecen enfermedad clínica o se contagian muy poco (no hay estudios contundentes sobre el tema, aunque no está notificado ningún caso de muerte por debajo de diez años). Por otro lado, tiene un periodo de incubación que puede prolongarse hasta 14 días, aunque se han notificado algunos casos en que este ha sido mas prolongado.
En última instancia se desconocen los efectos para la salud global de la pandemia y no se conocerá bien hasta el próximo año si aumentó la mortalidad total (en China llevan 81.077 casos y 3.218 muertes en un país con 1.395 millones de habitantes, y si como se dice el virus está en disminución, el impacto sobre la mortalidad anual será bastante reducido); pero es evidente que en países como Italia o España tendrá un impacto mayor. Algunos autores han realizado previsiones matemáticas muy minuciosas, pero todas ellas tienen un importante grado de incertidumbre con el que hay que contar, por lo que deben ser vistas con prudencia. Todo ello debe verse con cierta cautela, porque como dice el último numero del New England (12/3/2020): “La historia sugiere que tenemos un riesgo mucho mayor de temores exagerados y prioridades equivocadas”.
No se conoce si la pandemia desaparecerá totalmente después de alcanzar su máxima expansión, o se quedará como una epidemia estacional o incluso como una enfermedad endémica. Y si bien existe la idea de que, como sucede con la mayoría de los virus respiratorios, la transmisión y la enfermedad tenderán a desaparecer cuando se eleven las temperaturas, lo que se corresponde con su escasa incidencia hasta el presente en el hemisferio sur, no podemos garantizar que sucederá así.
Por otro lado, no se ha encontrado un tratamiento específico si bien se han ensayado varios, pero todos ellos están en fase de prueba por lo que los resultados no son hasta ahora concluyentes, y no se sabe si se producirán antes de que remita la pandemia. Lo mismo puede decirse de la vacuna, en la que obviamente se esta trabajando mucho en este momento pero que parece poco probable, aunque no imposible, que se desarrolle antes del verano.
Tampoco está clara cuál es la mejor estrategia para parar su transmisión, ya que se han ensayado dos modelos poblacionales: el de China, aislando rigurosamente a grandes grupos de población, y el de Corea, que ha ido a identificar todos los casos mediante la realización de test generalizados, focalizándose el aislamiento sobre los positivos y sus contactos. En todo caso, es evidente que reducir los contactos de las personas infectadas y de todas las personas es una manera eficaz de cortar la cadena de transmisión y, por lo tanto, ambas estrategias son útiles y deben de valorarse de acuerdo con la situación concreta de cada país; obviamente, cuanto antes se pongan en marcha, antes se lograra la contención. De todas maneras, y como el periodo de incubación es de alrededor de 14 días, cualquier actuación de este tipo no es de esperar que tenga un impacto razonable antes de este plazo.
Conviene recordar que el número de casos detectados a 23/3/2020 es de 33.089 (71 por 100.000 habitantes) y la mortalidad de 2.182 personas (4,6/100.000), si bien 10.575 de los infectados y 873 fallecidos están en la Comunidad e Madrid (160,2 y 13,2/100.000 respectivamente). Es evidente que las tasas poblacionales todavía no son muy importantes, pero en el caso de la Comunidad de Madrid superan a las de China, y por otro lado ya se ha señalado que lo esperable es que los casos, y desgraciadamente también los fallecimientos, se incremente en los próximos días. Lo más preocupante es el aumento de los fallecimientos, porque el aumento de casos probablemente se debe a que se están realizando más pruebas, y por lo tanto se detectan casos que antes pasaban desapercibidos.
Por otro lado, la elevada letalidad de Italia y España probablemente está relacionada con dos circunstancias: el porcentaje de afectados mayores de 80 años es muy elevado en ambos países (cinco veces más alta en Italia que en China, España no facilitó datos etarios hasta el pasado sábado y con ellos parece confirmarse esta hipótesis: más casos en mayores de 80 años y mayor letalidad en este grupo de edad), y ahí entra el papel de los casos en las residencias, y la baja dotación de camas/1000 habitantes de ambos países (España 3, Italia 3,2, China 4,3, Corea del Sur 12,3; promedio OCDE 4,5 y UE 5,5).
Conviene ser conscientes de que la magnitud de la enfermedad ha sido magnificada por los medios de comunicación por el sencillo método de retransmitir las muertes y los nuevos casos casi de uno en uno, con lo que el impacto parece mucho mayor y se ha favorecido cierto pánico entre una parte de la población, por suerte no mayoritaria, pero que ha presionado de manera significativa a los centros sanitarios.
Porque esta es otra parte, quizás la más relevante, de los problemas que enfrentamos: la capacidad del sistema sanitario público para responder de una manera eficaz y de garantizar una asistencia sanitaria de calidad. Y aquí sí que se están observando diferencias entre autonomías, porque, aunque la sanidad pública fue sometida a un proceso de recortes, deterioro y privatización casi generalizada, este proceso no tuvo el mismo impacto en todas las comunidades. Y Madrid es un ejemplo relevante de esta agresión, porque se disminuyó el presupuesto, el número de trabajadores del sistema sanitario y se cerraron muchas camas; es decir, se mermó de una manera significativa y poco responsable la capacidad de respuesta del sistema sanitario público. Es probable que ello haya influido en la especial incidencia del virus en la región, y en los problemas de saturación de los centros que se están viviendo estos días. No menos relevante es el problema de las residencias privadas, con un deficiente control de las administraciones públicas, a pesar de las numerosas denuncias que pueden certificarse en las hemerotecas, y que probablemente han empeorado la situación por tratarse de unas personas de extremo riesgo.
De esta epidemia, que pasará, como todas aquellas de las que hay referencia histórica, deberíamos extraer algunas conclusiones. La primera tiene que ver con los riesgos de pandemias que existen hace tiempo. La OMS señalaba en 2018 que “Hay una necesidad no satisfecha de invertir más en la preparación para grandes epidemias y pandemias”. Y alertaba de que los cambios en el ecosistema y la globalización favorecían la aparición de pandemias ya en 2009, por lo que deberíamos estar atentos y prepararnos para nuevas pandemias en años no muy lejanos, porque básicamente desconocemos cuándo va a aparecer un nuevo agente infeccioso de rápida propagación. Teniendo en cuenta las necesarias precauciones al hacer predicciones, lo mas probable es que se presenten si el mundo, la globalización y nuestro modo de vida no cambian radicalmente, lo que a corto plazo no parece probable.
La segunda y no menos importante es que necesitamos de unos potentes servicios públicos, especialmente de una potente sanidad pública, si queremos tener capacidad de respuesta ante estos imprevistos, porque el sector privado se basa en los beneficios y atiende a las demandas económicamente solventes (en castellano, a las de los más ricos), pero no a la protección de la salud de todos, sin exclusiones ni discriminaciones, y eso es clave ante epidemias y enfermedades infectocontagiosas.
Y la tercera es que tenemos una población de la que podemos sentirnos orgullosos, por supuesto, entre ellos los trabajadores del sistema sanitario público; pero no sólo ellos, porque hay mucha gente que está dando la cara día a día, con menos visibilidad, pero no menos eficacia: empleados de alimentación, transportes o seguridad, servicios básicos en suma que nos siguen garantizando nuestra vida normal y todo aquello a lo que no damos importancia porque no nos falta: luz, agua, telefonía, etc.
Entre todos y todas podemos derrotar la pandemia porque, como ya dijo Roosevelt, “a lo único que hay que tenerle miedo es al miedo mismo”. Ahora se trata de ser responsables, de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de saber que sólo con solidaridad y disciplina conseguiremos vencer a la pandemia.ADSP Canarias: Dudas sobre el papel de las empresas del sector sanitario privado frente al coronavirus
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En su comparecencia pública de ayer el Sr. Presidente Ángel Víctor Torres afirmó con rotundidad la disponibilidad de camas de UCI tanto públicas como privadas para atender a los pacientes afectados por coronavirus. Se sabe que la capacidad de ingreso en UCI define el riesgo de saturación del sistema sanitario y ante el dato manejado por el Sr. Presidente nos preguntamos hasta qué punto el Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria del Gobierno de Canarias que él encabeza ha evaluado correctamente la situación real de esas camas en la privada ya que no es la misma que en el papel.
El pasado viernes comenzó a funcionar dicho Comité y ese mismo día se reunió con las empresas privadas del ámbito sanitario. Se comunicó que el objetivo de este encuentro era "coordinar la atención sanitaria en Canarias para combatir conjuntamente la propagación del Covid-19" y habiendo acordado trasladar enfermos crónicos a centros privados, eso sí "antes se les harán pruebas que demuestren que están libres del virus y no suponen una amenaza de contagio en su nuevo destino", los portavoces de la patronal privada afirmaron que "la estrategia es concentrar los casos de coronavirus en la pública."
Esto último nada tiene que ver con lo afirmado por el Sr. Presidente ni con lo estipulado en el Decreto del Estado de Alarma cuando dice "el Gobierno pone a las órdenes de todos los consejeros de las comunidades autónomas todas las instalaciones de la sanidad privada para las necesidades que requiera la crisis del coronavirus" y si habiendo esperado hasta ahora que la Consejera actuara en consecuencia nos ha venido a generar también dudas la participación en el Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria de Conrado Domínguez y de José Julián Istúriz personajes claramente comprometidos con los intereses de las empresas privadas del sector sanitario, este último sustituyó a José Manuel Baltar como Vicepresidente de ASPE, alianza de la patronal española, cuando Baltar asumió la Consejería de Sanidad junto a Conrado Domínguez .
Si ya nos desesperaba la timidez de Teresa Cruz para ejercer las competencias que le delegaba el Decreto del Estado de Alarma lo que ahora nos indigna sobremanera es la desfachatez de la patronal y la presencia de los denominados "técnicos" citados que, mucho nos tememos, en vez de disponer de las infraestructuras y el personal de la sanidad privada para atender pacientes contagiados por el coronavirus se aprestan a lo que llaman "colaboración pública-privada" en el marco habitual de acuerdos y conciertos bajo condiciones que les convengan a las empresas privadas. Con la correspondiente selección de riesgos y además que presenten, como es el caso del Grupo San Roque, ERTES que pueden suponer que tampoco estén ni se les pueda esperar para ayudar en estos graves momentos.
Sr. Presidente desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias exigimos que ante un servicio de urgencias saturado en un hospital público, se proceda a derivar a centros privados solventes y con capacidad para ello a los pacientes urgentes que vayan llegando. Exigimos que ante una falta de camas en un hospital público por la cantidad de pacientes ingresados por el contagio del coronavirus, se deriven pacientes a un hospital privado con la obligación ineludible por parte de éste de atenderlo con todos los medios necesarios.
Solo de esa manera entenderemos la participación de las empresas privadas ante la dramática crisis sanitaria actual y desde luego consideramos que se lo deben a una población que ha visto muy gravemente dañado el escudo protector que debía constituir su Sanidad Pública, Universal, Gratuita y de Calidad por la ingente cantidad de dinero público que desde hace muchos años le ha sido sustraída de sus recursos para que dichas empresas se convirtieran en boyantes negocios para enriquecer a sus propietarios y condicionar las políticas de los sucesivos gobiernos de Canarias.
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias
En Canarias a 23 de marzo de 2020
Comunicado de la Mesa Sanitaria de Aragón en relación a la epidemia por COVID 19
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Los colectivos participantes en la Mesa Sanitaria Aragonesa (Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón, Comisión de salud de la FABZ, CAVA, Plataforma de Salud Mental, Plataforma antiprivatización de la sanidad, Foro de presidentes de Consejos de Salud, Plataforma I dental, CGT sanidad. AVV Puente de Santiago, AVV Bº de la Jota) quieren señalar:
En estos momentos en que una epidemia de Covid 19 golpea la economía
mundial y a nuestro sistema sanitario público (que lleva años de acoso y derribo, recortes y deterioro en beneficio de intereses privados) que, una vez más, es sostenido por sus trabajadores y trabajadoras con un esfuerzo titánico
cumpliendo con jornadas extenuantes y apenas medios, queremos realizar las
siguientes constataciones:
• La situación ha puesto de manifiesto la ineficacia de la sanidad privada
dedicada a primar de forma preferente el beneficio económico sobre la
salud. La sanidad pública es la única que puede dar respuesta adecuada
a la población en estas situaciones críticas.
• Han quedado expuestas las carencias que viene sufriendo la sanidad
pública fruto de las políticas de recortes realizadas desde hace años y el
peligro que han supuesto las políticas de austeridad que se vienen
aplicando en la UE y a nivel estatal con la imposición del artículo 135 de
la Constitución en lo relativo al pago de la deuda por encima de las
necesidades sanitarias y sociales de la ciudadanía.
• La situación sanitaria y social que va a derivarse de esta crisis, debe
solucionarse con medidas estructurales y no coyunturales que pasen
por:
1. Reforzar la sanidad pública revirtiendo las privatizaciones que
esquilman nuestros recursos, apostando por la expropiación de la
sanidad privada, para atajar todos zyban online espana de nuestra
sanidad pública junto a una inversión presupuestaria que la dote
de los medios necesarios.
2. Dotar de recursos suficientes a Salud Pública y a la Atención
Primaria como base de nuestra sanidad pública.
3. Poner todos los recursos que sean necesarios a disposición de la
sanidad pública (producción farmacéutica, de ventiladores
respiratorios…)
4. Sanidad pública universal y sin exclusiones. Se ha demostrado
que en materia sanitaria y especialmente en situaciones
epidémicas como la actual, las políticas de exclusión han sido
totalmente contraproducentes.
5. Ahora y en adelante todos los recursos sanitarios públicos
personales (con dedicación exclusiva de sus plantillas) y sus
equipamientos deben ser reforzados, sin recortes post epidemia
de forma que se pueda atender las nuevas necesidades que van
a derivarse de la completa dedicación del sistema a la epidemia y
las consecuencias sociales de la crisis (incremento de las
inhumanas listas de espera, empeoramiento de la situación social
y laboral con aumento del paro, de la pobreza y como
consecuencia de las enfermedades etc.).
¡Todo nuestro apoyo a los trabajadores y trabajadoras de la sanidad!
¡Gobierne quien gobierne la sanidad pública se defiende!
Mesa Sanitaria Aragonesa
Marzo de 2020
Un hotel no es un hospital
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Que la Sra. Ayuso haya puesto al frente de la respuesta a la crisis a Antonio Bargueño y que su consejero de Hacienda sea Javier Lasquetty no hace prever nada bueno, porque han sido 2 de los artífices de las medidas de privatización y recortes de la Sanidad Pública que han disminuido su capacidad de respuesta en momentos de crisis como el actual, y han demostrado sobradamente que anteponen los intereses del sector privado sobre los de la salud de la población. Hay que cambiar de política y de políticos, necesitamos una apuesta contundente y mantenida sobre unos servicios públicos de calidad porque son la garantía de una respuesta eficaz y de calidad, para todos y todas, especialmente para los que no huimos a escondernos en Marbella en urbanizaciones de lujo cuando llega un momento de peligro.
Los medios, la epidemia y el miedo
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La epidemia de Coronavirus, Covid19, está teniendo una importante repercusión pública que se magnifica de manera continuada desde los medios de comunicación, hasta en la prensa supuestamente más ecuánime. Por poner un ejemplo, entre ayer y hoy, en el periódico que leo habitualmente ha habido no menos de 4 referencias al supuesto pánico ciudadano (mascarillas, toses que producen terror, etc.) a más de varias páginas dedicadas al tema.
Para comprobar como están las cosas hice hace 3 días (antes de las últimas medidas) un trayecto en metro y cercanías en Madrid (14 estaciones, 3 líneas de metro y una de cercanías) fuera de las horas punta. Me he cruzado con más 1000 personas (luego he dejado de contar) y solo 3 con rasgos inequívocamente “orientales” (aunque igual habían nacido en Cáceres) llevaban mascarillas, se escuchaban las toses habituales en los andenes y vagones, sin mayores síntomas de preocupación por el resto de los viajeros. Estuve a punto de fingir un acceso de tos pero me contuve porque no soy partidario de las provocaciones, porque el miedo se infiltra de manera insidiosa y nos incita a la prudencia extrema. No pretendo que se trate de una muestra representativa porque tiene sus sesgos (viajé por la zona este, centro y sur de la Comunidad, salvo una niña la infancia no estaba representada, y es obvio que la población laboral tampoco) pero creo que da una idea de la situación, la mayoría de las personas parecían inmunizadas al pánico mediático.
Es obvio que el Covid19 es un virus nuevo, del que sabemos poco, y eso nos obliga a la precaución. También que su letalidad, con no ser muy grande, probablemente esta magnificada por el hecho de que muchas personas infectadas no tienen síntomas o los tienen muy leves, con lo que pasan desapercibidas y no se contabilizan, lo que evidentemente además favorece el contagio y dificulta parar la cadena de transmisión.
También que su seguimiento diario magnifica su repercusión. Ya sabemos que es distinto, pero la gripe estacional, según los datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, había registrado 779 muertes en todo el país hasta el 24/2/2020, imaginemos lo que habría pasado si cada una de ellas hubiese sido motivo de portada en los periódicos o de cabecera en los noticiarios, y no digamos si cada nuevo caso de gripe, aunque fuera oligosintomático fuera recogido a diario por los medios. Eso sí que daría miedo.
¿Por qué se magnifica tanto el covid19? Digamos que hay algunas razones objetivas y otras que no lo son: la objetivas es que se trata de una enfermedad nueva, cuya evolución lógicamente no se conoce, y obliga a la prudencia. También, que el contagio que se produce desde personas sin síntomas favorece extremadamente su transmisión. Las otras tienen más que ver con el miedo a lo desconocido en una sociedad desacostumbrada a los riesgos, con el exceso de confianza en la medicina, y con los intereses económicos que se lucran con la epidemia (que van desde la búsqueda sensacionalista de las audiencias hasta las empresas fabricantes de los productos sanitarios relacionados con la misma).
¿Qué podemos hacer? La prudencia y la buena información son fundamentales, pero también tener claro cuales son los objetivos a alcanzar. Si lo que se pretende es atajar la extensión de la epidemia hay que tomar medidas radicales de aislamiento que, en muchos casos, tendrán que ser poblacionales y amplias, y que hasta ahora son las únicas que han demostrado su eficacia, pero que, en todo caso, en nuestro país, dado lo que se ha tardado en tomarlas, inevitablemente solo tendrán efecto a medio plazo, es decir los casos seguirán aumentando durante el periodo de incubación de la enfermedad. Si por el contrario asumimos que se trata de un problema que no es tan grave, habría que tratar los enfermos y tomar medidas generales (como se ha hecho), asumiendo que los infectados y las muertes aumentarán. No es fácil tomar una opción porque el ruido mediático es muy grande y se ha jugado demasiado a dar una imagen de que era posible contener la extensión del virus sin adoptar medidas rigurosas y amplias de aislamiento, lo que se ha demostrado que es imposible, y parece que finalmente se ha asumido por el Ministerio. Con todo conviene ser conscientes de que el aumento de las temperaturas que es esperable favorece la resolución de la epidemia.
La epidemia también tiene efectos positivos sobre la salud, como es la disminución de las emisiones de CO2 a nivel mundial, especialmente en China que era uno de los grandes emisores, podría hacerse una “boutade” señalando que quizás se trata de una exitosa argucia para contener el cambio climático
Por suerte, como ya se ha dicho, parece que la mayoría de la población ha normalizado la epidemia y hasta el momento se niega a dejarse llevar por el miedo incontrolado, a pesar de la machacona campaña mediática. Por otro lado, el sistema sanitario público esta respondiendo y demostrando, una vez más, que cuando hay un serio problema de salud, real o sobredimensionado, es el único con capacidad de respuesta, mientras tanto el sector privado está desaparecido, porque siempre lo hace cuando hay problemas potencialmente graves y en los que la rentabilidad económica no esta garantizada.
COVID19: el desastre de la respuesta de la Comunidad de Madrid
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OSALDE: Breves reflexiones sobre la epidemia del Coronavirus
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1. El contagio de la enfermedad es muy rápido
La OMS ha declarado Pandemia global, a la epidemia cuya causa es este tipo de coronavirus que, a día de hoy, ha afectado a 125.865 personas (80.793 en China), de 116 países (81 regiones no presentan contagios y 57 países reportan 10 casos o menos) y ha provocado 4.615 fallecimientos (3.169 en China).
En el ámbito del Estado Español se han diagnosticado hasta el momento 2.171 casos, y 31 fallecimientos. Mientras que, en Euskadi, desde hace dos semanas, hay registrados 261 casos positivos y 9 fallecimientos.
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La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid ante la crisis sanitaria del Covid19
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Por otro lado, el sistema sanitario público, con gran esfuerzo de sus profesionales, esta respondiendo y demostrando, una vez más, que cuando hay un serio problema de salud, real o sobredimensionado, es el único con capacidad de respuesta, mientras tanto el sector privado está desaparecido, porque siempre lo hace cuando hay problemas potencialmente graves y en los que la rentabilidad económica no está garantizada.
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid
10 de Marzo de 2020
La epidemia de Coronavirus Covid19 está afectando de una manera especial a la Comunidad de Madrid en cuanto al número de casos y de fallecimientos. En esta situación desde la ADSP de Madrid queremos hacer las siguientes consideraciones:
- La infección por el Covid19 está generando una alarma social muy importante que realmente no se corresponde ni con el número de personas infectadas ni con la letalidad de la enfermedad, pero que hay que tener en cuenta por la presión que supone para el sistema sanitario público madrileño.
- La Sanidad Pública madrileña ha sido sistemáticamente jibarizada por el gobierno regional del PP: tiene el segundo presupuesto sanitario per capita mas bajo del país, se han cerrado 1950 camas hospitalarias entre 2010 y 2018, la Atención Primaria sufre un deterioro y marginación significativas (es la Comunidad autónoma con mayor número de TSI por profesional de enfermería y pediatría y la segunda por medicina de familia). De todo ello se han derivado importantes listas de espera en cirugía, en consultas externas (primera consulta) y pruebas diagnosticas, con mas de 650.000 personas en las mismas (un 10% de la población) y con unas demoras que también se producen en Atención Primaria.
- Por otro lado se ha incrementado notablemente la privatización sanitaria lo que detrae unos fondos ya de por si escasos a los centros públicos, porque la privatización ha supuesto importantes sobrecostes y no ha mejorado las prestaciones sanitarias, que en los casos más complejos y menos “rentables” acaban siendo derivados a los centros de gestión pública.
- En estas circunstancias la capacidad de la Sanidad Pública regional se ha visto notablemente disminuida, especialmente en momento de crisis como el actual, y la atención al coronavirus se hace en detrimento de la asistencia a otras personas que en muchos casos también presentan patologías relevantes.
- Por otro lado la propuesta de favorecer la atención domiciliaria nos parece acertada, pero imposible de cubrir por los ya escasos medios de la AP regional.
- Por eso entendemos que hay que cambiar la política sanitaria, reforzar la Sanidad Pública y hacer un esfuerzo presupuestario para garantizar a la misma cuando menos el promedio per capita de financiación de las CCAA, es decir 1.600 millones más de €.
Por otro lado, el sistema sanitario público, con gran esfuerzo de sus profesionales, esta respondiendo y demostrando, una vez más, que cuando hay un serio problema de salud, real o sobredimensionado, es el único con capacidad de respuesta, mientras tanto el sector privado está desaparecido, porque siempre lo hace cuando hay problemas potencialmente graves y en los que la rentabilidad económica no está garantizada.
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid
10 de Marzo de 2020
El Covid-19, algo más que un problema de salud pública
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Algo que podemos constatar ante la epidemia del nuevo coronavirus (Covid-19) es el de cómo se remueven un montón de cuestiones que afectan a los diversos sustratos culturales de la humanidad y además con acentos particulares según el ámbito territorial y civilizatorio.
Parece bastante claro que la respuesta colectiva e individual ante la epidemia a la que estamos asistiendo, con potencialidad de llegar a ser una pandemia, se vive de forma diferente en las diversas partes del mundo, especialmente en el mundo occidental y en el oriental, y no sólo por cuestiones relacionadas, que también, con el modelo socio político vigente en países de oriente como China, que obviamente tiene características bastante diferentes de los de Europa occidental y EEUU, en cuanto a su capacidad de planificación e intervención social. No se trata de hacer una evaluación comparativa sobre si son mejores o peores unos u otros, sino simplemente constatar evidencias empíricas, que seguramente en el próximo futuro tendremos nuevas oportunidades de hacer.
Parece claro que entre bastantes sectores de la población se ha generado una situación de temor/pánico, sentimiento que incorpora elementos significativos de irracionalidad, pero que tienen profundas raíces en elementos antropológicos y en hechos ocurridos a lo largo de la historia de la humanidad. A esta “epidemia” de pánico contribuye de forma significativa también la ausencia de una información rigurosa por parte de las autoridades políticas y sanitarias, así como la no puesta en marcha de un plan creíble para confrontar con esta epidemia. Los recortes y privatizaciones de los últimos años en el sistema sanitario interfieren muy significativa en la puesta en pie de ese plan.
La cuestión de “las mascarillas”, y el acopio compulsivo que ha llevado a su agotamiento en los puntos de venta habituales, además de la sustracción de forma intensa y extensa en las últimas semanas en los centros sanitarios, es una expresión de esa afectación psicosocial sobre una base previa de corrupción generalizada.
Es evidente que vivimos en un mundo en el que el pensamiento irracional avanza como una mancha de aceite en el papel. Sería difícil que en un asunto como en el que estamos tratando se instaurase de forma milagrosa el “pensamiento racional”. La actitud de los medios de comunicación desde luego no ha contribuido, al menos hasta ahora, a ello, aunque en los últimos días estamos asistiendo a una mejora en la calidad de la información de estos.
Los organismos internacionales relacionados con la salud pública están transmitiendo una información de calidad y con cierto detalle, aunque ciertamente con diferencias sustanciales. La Comisión Nacional de Salud China actualiza los datos puntualmente cada 24 horas, incluyendo sábados y domingos. En esa información incorporan un conjunto de items que permiten hacerse una composición bastante rigurosa de la evolución de la epidemia del Covid–19 en ese país. Entre esos items incluyen los casos graves; casos sospechosos nuevos, casos sospechosos totales; fallecimientos en las últimas 24h, fallecimientos totales; curaciones en las últimas 24h, las curaciones totales; el conjunto de casos graves cada día; el total de personas sobre las que se ha hecho seguimiento a lo largo del ciclo epidémico, y las personas que siguen en seguimiento el día de la publicación de los datos correspondientes. Este conjunto de informaciones nos permiten comprobar cómo el número de fallecimientos ha ido disminuyendo de una forma muy significativa, desde un máximo de 254 el día 13 de febrero a los 42 del día 2 de marzo; igual tendencia a la baja ocurre con los casos nuevos confirmados o los casos nuevos sospechosos, así como las personas que continúan en seguimiento que eran de 46.619 el día 2 de marzo; el total de las personas a las que se le ha hecho seguimiento durante el transcurso de la epidemia también a efectos del 2 de marzo son 663.200. Toda esta información es referida a China.
En el caso de la agencia europea ECDC los datos se actualizan cada 36-48 horas y no se hace los fines de semana. Aunque la amplitud de la información no es de la misma calidad que la de la Comisión Nacional de Salud China, es aceptable, al menos de momento. En lo referente al Ministerio de Sanidad español se incorpora a la información un dato de interés, tal cual es la tasa de letalidad a nivel global y en cada uno de los países más afectados.
Como todos los graves problemas a los que se ha enfrentado la humanidad, la epidemia del Covid-19 puede servir para avanzar en todos los sentidos, incluyendo el del pensamiento racional, además de los avances científicos en temas de salud y otros; también en el impulso a los Sistema Sanitarios Públicos cuya necesidad se pone de plena evidencia en estas situaciones. O por el contrario, puede ser un momento para la involución social, de avance del irracionalismo y deterioro de los avances científicos. Parece obvio que estamos asistiendo a ambos fenómenos de forma simultánea, es inevitable, pero es muy importante hacer todos los esfuerzos para que la hegemonía en este debate caiga en el campo de la racionalidad y como en otras crisis anteriores de diversa naturaleza, suponga finalmente un avance de la civilización.
El Covid-19 es una antropozoonosis
El Covid-19 es una antropozoonosis, y es bueno que recordemos tal condición porque en los últimos años han tendido a olvidarse las antropozoonosis como problemas muy importantes de salud. Curiosamente con el desarrollo de nuevas formas de relación con el mundo animal se olvida de que estos, además de la importancia que tienen para la naturaleza y la vida en su conjunto, son reservorios de importantes enfermedades con capacidad de transmisión entre ellos y también a los seres humanos; y que además esa capacidad de transmisión es cambiante, es decir, agentes infecciosos que antes no la tenían pueden adquirirla, bien por determinados cambios en sus características internas y/o ambientales; una vez transmitida a los seres humanos esos patógenos están listos para transmitirse entre [email protected] . En el medio rural, aún se guarda, en cierta medida, una memoria de las antropozoonosis, por que éstas, durante muchas generaciones, condicionaron no solo la salud de la gente si no también las economías familiares. Hasta hace muy pocas décadas antropozoonosis como la brucelosis, la hidatidosis o la tuberculosis tenían una importancia muy significativa en el medio rural, pero en el medio urbano que hoy es claramente mayoritario en nuestra sociedad el recuerdo histórico que se tiene es muy limitado a las personas de mayor edad y desde luego no está en absoluto presente en las nuevas generaciones.
Cuestiones como las macrogranjas, o la explotación industrial de la avicultura que suponen además de una brutal agresión a los derechos de los animales, un ámbito excepcional para la generación de nuevas epidemias. La tendencia cada vez mayor a convertir viviendas de 40 0 50 metros cuadrados en pequeños zoos, también traerá sin duda repercusiones en la evolución de las antropozoonosis.
Las enfermedades infecciosas no han dejado nunca de estar presentes en la realidad, en mayor o menor medida; y lo seguirán estando en el futuro. Haber bajado la guardia ante esta cuestión, desde al menos una parte de los sistemas sanitarios en occidente ha sido un problema que aún se está a tiempo de rectificar. Esa bajada de guardia por parte de un sector muy importante de los profesionales de la sanidad ha tenido un gran impacto en la opinión pública en general, que en algunos momentos ha llegado a considerar que estas, las enfermedades infecciosas, en sus diferentes variantes son cosa del pasado. La realidad es terca y vemos cómo ese "mito" no se corresponde para nada con la realidad. Romper esa ficción a veces es costoso tanto desde el punto de vista individual como colectivo. La humanidad sigue siendo frágil y cada día nos lo demuestran los fenómenos climáticos, los fenómenos sísmicos... pero también las enfermedades en todo su amplio espectro, pero especialmente las infecciosas, tanto la reactivación de las viejas como la aparición de nuevas enfermedades. Solamente el avance civilizatorio y muy especialmente los sistemas sociales colectivos, tanto en temas de salud, como en otros, tales como prestaciones sociales, educación, etc., son los que mejoran esa fragilidad y nos fortalecen como especie humana. El individualismo asociado al neoliberalismo y habitualmente al irracionalismo debilita por supuesto ese avance y por tanto tiende a fragilizar a la humanidad en su conjunto.
Hemos asistido en los días anteriores a diversas informaciones especialmente a través de redes en las que se hacían interpretaciones conspiranoicas del origen de la epidemia, el Covid-19, o se le quitaba importancia a esta. Se ha hecho muy especialmente comparándola con las diversas epidemias de la gripe.
En primer lugar hay que decir que las epidemias de la gripe han tenido características muy diferentes en cada caso, la gripe de 1918 provocó entre 30 y 50 millones de defunciones según diversos cálculos y la del 2009 que tuvo su origen en un virus similar, a la del 18, el H1N1 provocó alrededor de 500.000 muertos a nivel global que no es poca cosa. Pero lo que podemos llamar epidemias de gripe estacionales tienen una mortalidad aproximada de un 0,1%, muy diferente es la tasa de mortalidad que tiene el Covid-19, que aunque varía significativamente de unos países a otros y con los datos actuales nos encontramos que esta tasa de mortalidad varia entre un 3,4% en China; el 2,6% en Italia; de un 4,4% en Irán y de un 0,6% en Corea del Sur. Por otro lado, las epidemias estacionales de gripe dejan una memoria inmunitaria en la población cosa que como es obvio no puede ocurrir con el Covid-19, lo cual en principio es un factor que puede facilitar la extensión de la epidemia.
Es una temeridad desde el punto de vista científico y también social hacer hipótesis cerradas sobre la evolución de la epidemia del Covid-19 y su gravedad. El único espacio geopolítico/sanitario en el que hay ya una perspectiva significativa para sacar conclusiones provisionales es China, pero incluso en ese caso siguen abiertas muchas incógnitas, como por ejemplo el reservorio animal concreto a través de los que ocurrieron las primeras transmisiones, la evolución de las personas en principio curadas, la variabilidad temporal en el periodo de incubación del virus… En cualquier caso hay que constatar que en China la epidemia no ha evolucionado según lo que podríamos llamar “la evolución natural”, porque la intervención de las autoridades sanitarias y políticas de ese país han condicionado de una forma muy rotunda esa evolución.
No es fácil hacer previsiones, pero vistas las tendencias actuales entra dentro de lo previsible que la epidemia del Covid-19 se vaya extendiendo en los próximos meses, tal como ya está ocurriendo en algunos países de Asia, Europa y los EEUU. Será de primerísima importancia observar lo que vaya ocurriendo en el continente africano y en América Latina. En el caso de África las relaciones con China, tal como es bien conocido, son muy estrechas, lo que implica un intercambio aéreo de gran intensidad. La revista The Lancet ha realizado una proyección teórica sobre cómo podría ser ese hipotético desarrollo en el continente africano. En el caso de África hay además un elemento importante cual es la debilidad de sus sistemas sanitarios.
Con el paso del tiempo y sobre todo en países con sistemas sanitarios menos robustos que el chino o basados esencialmente en un carácter privado, veremos como ese proceso no será fácil de controlar y desgraciadamente en algunos casos asistiremos seguramente a un proceso de -evolución natural de la epidemia- .
En lo referente a tratamientos y vacunas hay numerosísimos ensayos en marcha también especialmente en China, algunos tratamientos farmacológicos basados en la cloroquina o antivirales utilizados hasta ahora en el tratamiento del SIDA parece que están dando resultados esperanzadores. En cuanto a la vacuna no se puede esperar que haya una para su uso al menos en un periodo de alrededor de dieciocho meses. La construcción de una nueva vacuna es un proceso complejo y que requiere, como ensayo clínico que es, pasar por fases de pruebas que garanticen su seguridad en los seres humanos.
El pasado 3 de marzo el profesor Vicenç Navarro publicó un artículo sobre el coronavirus de mucho interés pero erróneo, en mi opinión, en lo referente al tema de las vacunas. Técnicamente no se pueden crear vacunas para todos los virus que existen con agentes potencialidad patógena en el medio natural, ni técnica ni económicamente; y además esa línea tampoco resolvería la cuestión principal a la que nos enfrentamos que es el cambio de paradigmas culturales en relación con las enfermedades infecciosas. La higiene y la prevención tienen que ser las herramientas fundamentales en la lucha contra las epidemias, tal como ha ocurrido en China y que ha tenido unos buenos resultados.
La FADSP ante la alerta de la infección por coronavirus Cov19
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La extensión de la enfermedad por Coronavirus Cov19 y su llegada a España, todavía con casos aislados y poco significativos, nos obliga a hacer las siguientes reflexiones:
1. Es evidente que la infección por Coronavirus Cov19 esta siendo magnificada por los medios de comunicación. Por poner solo un ejemplo la gripe en España durante la temporada 2019-20 y según los datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España ha tenido una incidencia acumulada de hospitalización del 32,4/100.000 (es decir más de 15.000 casos) de los que fueron graves 5.452 caos y fallecieron más de 700, básicamente personas mayores y/o con algún problema de salud previo, sin que tales cifras hayan tenido la menor relevancia pública ni los medios de comunicación se hayan hecho eco del tema.
2. La nueva epidemia de coronavirus covd19, por lo que se conoce hasta ahora, no tiene una mayor tasa de letalidad y es previsible que no provoque un mayor problema de salud que la epidemia de gripe estacional cuya incidencia esta en este momento en declive.
3. Por otro lado es bastante probable que acabe extendiéndose a nuestro país, porque se ha comprobado la contagiosidad de personas asintomáticas, por su aparición en países muy cercanos como Italia, por la gran movilidad de personas en el marco de la UE y porque ya hay varios casos detectados.
4. Las autoridades sanitarias han señalado de manera reiterada la comparativamente baja peligrosidad de la epidemia, pero no han sabido explicar la contradicción existente entre este mensaje tranquilizador y las drásticas medidas de aislamiento impuestas a los casos y contactos detectados, que por ejemplo no se consideran en los casos de influenza.
5. Por otro lado es evidente que existen muchos intereses en magnificar el peligro y que este tratamiento alarmista consigue sustanciosos rendimientos económicos.
6. Entendemos que existen motivos de precaución ante una nueva enfermedad de elevada contagiosidad y de la que existe una experiencia limitada, pero ello debe de hacerse llegar con gran claridad a la población y a los medios de comunicación, evitando la canalización y el alarmismo que son los dos peligros ante esta situación.
7. El sistema sanitario público español tiene una gran solvencia técnica e importantes medios, que han sido dañados por los recortes y las políticas privatizadoras, pero para que pueda dar una respuesta adecuada al problema es preciso buena información, utilización responsable de los recursos sanitarios y panes coordinados de respuesta.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
26 de Febrero de 2020
La extensión de la enfermedad por Coronavirus Cov19 y su llegada a España, todavía con casos aislados y poco significativos, nos obliga a hacer las siguientes reflexiones:
1. Es evidente que la infección por Coronavirus Cov19 esta siendo magnificada por los medios de comunicación. Por poner solo un ejemplo la gripe en España durante la temporada 2019-20 y según los datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España ha tenido una incidencia acumulada de hospitalización del 32,4/100.000 (es decir más de 15.000 casos) de los que fueron graves 5.452 caos y fallecieron más de 700, básicamente personas mayores y/o con algún problema de salud previo, sin que tales cifras hayan tenido la menor relevancia pública ni los medios de comunicación se hayan hecho eco del tema.
2. La nueva epidemia de coronavirus covd19, por lo que se conoce hasta ahora, no tiene una mayor tasa de letalidad y es previsible que no provoque un mayor problema de salud que la epidemia de gripe estacional cuya incidencia esta en este momento en declive.
3. Por otro lado es bastante probable que acabe extendiéndose a nuestro país, porque se ha comprobado la contagiosidad de personas asintomáticas, por su aparición en países muy cercanos como Italia, por la gran movilidad de personas en el marco de la UE y porque ya hay varios casos detectados.
4. Las autoridades sanitarias han señalado de manera reiterada la comparativamente baja peligrosidad de la epidemia, pero no han sabido explicar la contradicción existente entre este mensaje tranquilizador y las drásticas medidas de aislamiento impuestas a los casos y contactos detectados, que por ejemplo no se consideran en los casos de influenza.
5. Por otro lado es evidente que existen muchos intereses en magnificar el peligro y que este tratamiento alarmista consigue sustanciosos rendimientos económicos.
6. Entendemos que existen motivos de precaución ante una nueva enfermedad de elevada contagiosidad y de la que existe una experiencia limitada, pero ello debe de hacerse llegar con gran claridad a la población y a los medios de comunicación, evitando la canalización y el alarmismo que son los dos peligros ante esta situación.
7. El sistema sanitario público español tiene una gran solvencia técnica e importantes medios, que han sido dañados por los recortes y las políticas privatizadoras, pero para que pueda dar una respuesta adecuada al problema es preciso buena información, utilización responsable de los recursos sanitarios y panes coordinados de respuesta.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
26 de Febrero de 2020