Mejorar el Servicio Extremeño de Salud no es una cuestión de cargos {flike}
Recientemente el presidente de SATSE Extremadura ha pedido que la Comunidad vuelva a tener ocho áreas sanitarias, porque el gobierno de Monago las redujo a cuatro, supuestamente para garantizar una administración más sostenible. La solicitud de SATSE no es la solución más importante para conseguir una gestión más eficaz de los recursos, porque el análisis es bastante más complejo. A saber:
1.- El PP redujo de 8 a 4 las gerencias de salud de área con la justificación de ahorrar y de mejorar la eficiencia. En la práctica esa reducción significó solamente la unificación de la figura del gerente, que pasaron de 8 a 4.
2.- Si ha habido ahorro ha sido a costa de la reducción de trabajadores, de la anulación de suplencias, de la no reposición de jubilaciones, de la no sustitución de bajas laborales, vacaciones y demás ausencias, del recorte en equipamientos y en reposición de materiales y, en general, de la reducción del presupuesto por persona protegida/año, que ha pasado de 1.509,72 euros en 2010 a 1.243,44 euros en 2015.
3.- La consecuencia es que se ha deteriorado la calidad asistencial y los pacientes se dan cuenta, por lo que ha empeorado la valoración del servicio de salud
4.- También ha empeorado la percepción de los profesionales: más cargados de trabajo, con salarios congelados, etc...
5.- Han desaparecido los contratos de gestión, que eran un mecanismo incipiente para implicar a los trabajadores en los objetivos de calidad asistencial propuestos por el Sistema de Salud
6.- La percepción de los trabajadores y trabajadoras del Servicio Extremeño de Salud es que gran parte de las buenas cualidades de la atención que se ofrece descansa en su esfuerzo abnegado y vocacional, y reniegan de unos gestores alejados de la realidad y sujetos a los vaivenes políticos, y desearían que la alternancia política no entorpeciera su labor cotidiana, distorsionando el clima laboral con disputas artificiosas sobre el “quítate tu para ponerme yo”, más propias del “Sálvame de Luxe”.
En conclusión: la reducción de altos cargos está bien, pero está mejor proporcionar financiación suficiente, profesionalizar la gestión y mejorar los mecanismos de promoción de la calidad asistencial y de optimización en la utilización de recursos. Es decir, devolver al Servicio Extremeño de Salud estabilidad y mejoras en el equipamiento y en la dotación de personal, cosas que el PP no ha hecho bien.
ADSP Extremadura
2 de junio de 2015