OSALDE sabe a quien no votar {flike}
Junta directiva de Osalde, Organización por el Derecho a la Salud
La salud de las personas es un derecho que encierra otros derechos: Educación, Trabajo, Vivienda, Servicios sociales. Derechos que las políticas neoliberales han degradado al exponer su gestión y propiedad a un mercado ávido de beneficios. En cuarenta años de régimen y diez de crisis económica, en vez de ver progresar el Estado de Bienestar, estamos asistiendo a su regresión. El Sistema Público de Salud sufre recortes y transformaciones degradantes mientras las empresas privadas de salud crecen sin parar. Cada día resulta más difícil sostener que nuestro Sistema de Salud es de los mejores del mundo.., hace años que la prioridad en políticas de salud es recuperar lo perdido y reparar los estragos estructurales de unas políticas de saqueo del patrimonio común. Por eso, en estas elecciones, hay cerrar el paso a la codicia que no respeta nuestros derechos más fundamentales, Osalde sabe a quién no votar:
- No hay que votar presupuestos de sanidad menores del 7% del PIB, finalistas a un Plan de Salud integrado
- No hay que votar a quién nos habla de “colaboración público-privada” para referirse a la mercantilización del derecho a la salud. Porque todos los estudios demuestran que la privatización es más cara al solo perseguir beneficios y termina expuesta a la especulación financiera.
- No hay que votar a quienes excluyen de la atención sanitaria pública con todos los derechos a una sola persona residente en éste país
- No hay que votar a quién mantiene el copago farmacéutico del RDL 16/2012 o excluye prestaciones básicas, como las prótesis dentales, rehabilitación, podología, etc
- No hay que votar a quienes no ponen freno al chantaje del lobby farmacéutico con precios injustificados y cuentas falsas que no distinguen entre investigación y marketing. Ni a quienes permiten los conflictos de intereses entre la industria farmacéutica y los prescriptores, académicos, investigadores y sociedades científicas.
- No hay que votar a quienes priorizan el sector hospitalario y el abuso de las tecnologías que favorecen a la industria frente a una Atención Primaria cada día más precaria cuando desde hace más de 40 años se reconoce por la OMS como la base de todo el sistema sanitario, de la atención sanitaria, prevención y promoción de la salud, de la medicina familiar y comunitaria.
- No hay que votar a quienes han considerado los Servicios Sociosanitarios como otro negocio solo accesible a quienes tienen suficientes recursos económicos, incapaz de atender a las necesidades de una población envejecida que muere en las listas de espera.
- No hay que votar a quienes recortan las plantillas y degradan las condiciones laborales del personal sanitario, contratan profesionales de bajo nivel, prescinden de pediatras e incluso contratan facultativos sin el MIR, rebajando la calidad de la asistencia.
- No hay que votar a los gobiernos e instituciones que cierran sus puertas a la participación comunitaria. Porque la Salud y el Bienestar de las Comunidades son cuestiones públicas que deben ser vigiladas por los propios ciudadanos, que lo mantienen con los impuestos. Las recientes movilizaciones ciudadanas así lo expresan: desde el 15M, al feminismo del 8M, los movimientos ecologistas y sobre todo las Mareas Blancas que han puesto a los usuarios, víctimas de los recortes y privatizaciones, a defender directamente “Su Sistema Público de Salud” y a participar en el logro de unas Comunidades Saludables para todas las personas sin excepción.
- Y para terminar, para no hacer la relación exhaustiva: En nuestra Comunidad Autónoma no hay que votar por fidelidad a partidos gobernantes que han estado abusando de una cercanía identitaria conservadora e histórica que sugiere una gestión honrada y desinteresada, si la experiencia pasada ha demostrado que condicionan los derechos públicos al beneficio privado, cuando no descaradamente a su clientela política.