Vuelve Lasquetty
Autor: Marciano Sánchez Bayle
Parece que ya es seguro que Javier Fernández Lasquetty va a ser el nuevo Consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid y se trata de una noticia preocupante para la población madrileña.
El nuevo titular de Hacienda dimitió en 2014 de consejero de Sanidad cuando la Justicia paralizó cautelarmente el proyecto para privatizar totalmente los seis hospitales de la Comunidad de Madrid que se habían construido por el modelo PFI (un modelo de privatización que dejaba en manos privadas a un coste exorbitante solo la parte no sanitaria de los centros), una medida que trató de impulsar el Ejecutivo presidido entonces por Ignacio González, y después de más de 1 año de movilizaciones.
Lasquetty es uno de los hombres del ala dura del PP, implicado en la FAES y de la línea de Aznar y Casado, que ya le había recuperado para ser jefe gabinete, en consonancia con los sectores más ultras de los conservadores
Lasquetty impulso el denominado 'Plan de medidas de garantía de la sostenibilidad del sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid', presentado en octubre de 2012 que recogía 13 medidas que suponían la mayor agresión a la Sanidad Pública y que en parte consiguió pararse gracias a la amplia movilización ciudadana y profesional y que ya se analizó en otro articulo. consiguiendo un importante fracaso.
De todos modos conviene tener en cuenta que el Plan Lasquetty-González era un intento muy elaborado para desmantelar y privatizar de una manera consistente la Sanidad Pública madrileña, y que respondía a una ideología neoliberal y privatizadora empeñada en desmantelar los servicios públicos, en especial el sanitario.
Colocar a Lasquetty en Hacienda es dejar claro que la prometida bajada de impuestos prometida por Díaz Ayuso está en la agenda prioritaria del PP madrileño y de sus aliados (Ciudadanos y Vox) y que va llevarse a cabo de forma rápida y con contundencia, porque si algo dejo claro en su trayectoria el ahora consejero de Hacienda es que como dice la ultraderecha actúa “sin complejos”, no retrocede ante las criticas, se empecina hasta el limite para alcanzar los objetivos que se ha propuesto, y además ningunea a sus detractores e interviene con el mayor descaro negando lo evidente y no tiene reparo en descalificar a quienes se le enfrentan (en esto al menos se parece a la nueva presidenta).
¿Que repercusiones tendrá para la Sanidad Pública? Probablemente muchas y todas ellas malas, porque la disminución de los ingresos públicos es desde luego un torpedo en la línea de flotación de unos servicios públicos de calidad, ya se sabe que sin ingresos suficientes los servicios públicos se deterioran.
Por otro lado la Sanidad Pública madrileña, crónicamente desfinanciada (para 2019 se aprobaron unos presupuestos por debajo de lo gastado en 2018) se vera aún mas empobrecida y se producirán continuos problemas en materia de personal, porque la reposición de efectivos y las nuevas plazas precisa de una autorización previa de Hacienda. Finalmente la privatización de servicios es previsible que se aumente y que la sistemática derivación de ingresos, consultas y pruebas diagnósticas hacia el sector privado se amplíe de manera continuada, una vez mas en detrimento del sistema sanitario público.
Parece que eso es lo que nos espera una Sanidad más desfinanciada y un impulso a la privatización. Ahora bien, como ya se ha dicho el famoso Plan de Sostenibilidad de 2012 se consiguió paralizar por el contundente rechazo social y profesional, en parte fomentado por la actitud intolerante y agresiva del propio Lasquetty que cada vez que intervenía intensificaba las movilizaciones.
En fin, malas noticias para la Sanidad Pública, aunque el resultado dependerá de la capacidad que tengamos todos y todas para enfrentarnos a estas políticas y continuar defendiendo una Sanidad Pública de calidad para toda la población.
Vuelve el Ébola
Ha vuelto a parecer el Ébola, en realidad solo ha sido en los medios, porque el Ébola nunca se ha ido y la infección ha continuado su presencia en África, pero desde la gran epidemia de 2014-2015 no había vuelto a las noticias en nuestro país, y ahora lo hace porque parece que se empieza a ver probable su extensión fuera del continente africano, de ahí la declaración de emergencia internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , que hasta hace unos días se había negado a hacerla a pesar de haber producido mas de 1.7000 muertes en este año, demostrando, de nuevo que para los organismos internacionales la salud de las personas tiene distinta consideración según el país donde se encuentren.
El Ebola es una enfermedad vírica muy contagiosa. El contagio según la OMS se produce a través del contacto con animales infectados (generalmente después de faenados, o durante la cocción o ingestión) o a través del contacto con las secreciones corporales de seres humanos infectados. La mayoría de los casos son provocados por la transmisión de una persona a otra, que se produce cuando sangre u otros fluidos o secreciones corporales (heces, orina, saliva, semen) de personas infectadas ingresan en el cuerpo de una persona sana a través de soluciones de continuidad de la piel o de membranas mucosas.
El periodo de incubación (el tiempo que tarda en desarrollarse la enfermedad tras el contagio) se sitúa entre 2 y 21 días, lo que dificulta el control, y los síntomas son poco específicos, inicialmente parecidos a los de la gripe o la gastroenteritis. Cuando avanza la enfermedad se producen erupciones, daño renal y hepático, así como hemorragias. Se la considera una enfermedad muy grave, ya que la mortalidad registrada es alrededor del 50%, aunque esto hay que verlo con prudencia porque la mayoría de los casos se han producido en un contexto de escasos recursos sanitarios y en los que además la población frecuentemente padece otras infecciones (malaria, hepatitis, SIDA, tuberculosis, etc) y suele estar desnutrida.
Una vez detectada la enfermedad el tratamiento es sintomático y de soporte, especialmente mantener la hidratación, se han utilizado muchos otros en menos casos (por ejemplo en los cooperantes retornados) como la diálisis, transfusiones de sangre y plasma, etc. En principio si la enfermedad se complica y no se tiene acceso a una unidad de cuidados intensivos las perspectivas son muy malas.
Hasta ahora la mejor medida es la prevención evitando el contacto con las personas y animales infectados y mediante una higiene rigurosa, así como la cuarentena de los contactos confirmados.
Se ha probado una vacuna todavía en fase experimental, denominada rVSV-ZEBOV, que parece tener buenos resultados, y es recomendada por la OMS, y que a pesar de ello se esta usando de una manera limitada. La vacuna no es efectiva una vez producido el contagio.
La epidemia de Ébola de 2014-2015 es el mayor brote epidémico de la enfermedad causada por el virus del Ébola, originado en diciembre de 2013 en Guinea, y extendido posteriormente a Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, Estados Unidos, España y Malí provoco mas de 11.000 muertes. El actual brote centrado en Congo y los países limítrofes (Ruanda, etc) ha producido según las ultimas noticias alrededor de 1.700 muertes, y parece que esta siendo mejor controlado utilizando la experiencia del brote de 2014, pero recientemente ha llegado a Goma, una ciudad de mas de un millón de habitantes y con un aeropuerto internacional lo que favorece su expansión global.
Se ha tardado mucho en declarar la emergencia internacional que se había solicitado en 3 ocasiones anteriores sin éxito durante este año, y se hace ahora porque parece que puede dejar de ser un problema de africanos pobres y puede empezar a serlo de blancos ricos.
El control de la epidemia sobre el terreno tiene grandes problemas, por tratarse de una zona de guerra, de esas que se llaman de baja intensidad (no porque mueran pocas personas sino porque son de allí), por la situación económica y social de los países afectados (pobreza, sistemas sanitarios casi inexistentes y con poca capacidad de atender pacientes muy complejos, prevalencia de otras enfermedades infectocontagiosas, desnutrición, etc), es decir lo tienen todo en contra.
Es el momento de actuar. Hay que vacunar masivamente, apoyar a los países afectados favoreciendo sistemas sanitarios efectivos, y por supuesto a corto plazo enviando ayuda humanitaria y efectivos profesionales que actúen sobre el terreno, pero sobre todo favoreciendo las redes sanitarias locales que son la respuesta en el medio plazo. No tiene sentido enviar muchos recursos en momentos de alarma, y luego olvidarnos de las necesidades sociales, económicas y sanitarias hasta la próxima epidemia (de Ébola o de cualquier otra enfermedad), que si no se invierte en infraestructuras será inevitable.
¿Qué ocurre con el calor?
Con el calor aumenta la sudoración, que es un mecanismo natural de adaptación del cuerpo al calor para mantener la temperatura, pero que elimina agua y sales. Paralelamente los riñones para mantener el equilibrio corporal responden concentrando la orina y evitando así mas perdidas de ambos elementos, y la sensación de sed nos alerta de la necesidad de reponer las perdidas hídricas. Estas formas que tiene el cuerpo de responder al calor explican porque los dos grupos más susceptibles al calor son los niños pequeños y los ancianos. Los primeros porque durante los primeros meses de vida la capacidad de los riñones de concentrar la orina es limitada por la inmadurez de los mismos, y además porque no pueden, cuando tiene sed, ni expresarlo ni suministrarse líquidos, y los segundos, carecen de la sensación de sed por alteraciones que se producen con la edad en los centros cerebrales que la detectan. Es en estos últimos entre los en los que se producen fundamentalmente los síntomas de deshidratación y la mayoría de las muertes por el calor, 13.300 entre 2000 y 2009 en nuestro país, muertes que pasan casi desapercibidas porque se trata de personas muy mayores y porque la mortalidad es debida sobre todo al agravamiento que produce la deshidratación sobre las enfermedades que ya padecen (diabetes, insuficiencia renal, etc).
El golpe de calor, que es muy infrecuente, menos de 20 casos anuales, es el que aparece en las noticias porque suele darse en personas mas jóvenes y sanas y es fulminante, y se debe a la exposición a elevadas temperaturas de una manera aguda, generalmente trabajadores y/o personas que realizan ejercicio a pleno sol, y es motivado por un fallo del organismo que es incapaz de adaptarse a temperaturas y situaciones extremas.
¿Que podemos hacer?. Primero y obvio, actuar frente al cambio climático para prevenir los fenómenos extremos, que si no se cambia la situación irán en aumento. Luego actuar para prevenir la deshidratación, tomando cantidad suficiente de agua y sales (el sudor también lleva sal), especialmente garantizando que las personas mayores toman entre 1 y 2 litros de líquidos como mínimo al día, y que los niños están suficientemente hidratados. Después evitar las exposiciones al sol durante las horas mas calurosas, “el buen turista va siempre por la sombra”, y por supuesto hacer ejercicio físico al sol en los momentos de mayor calor, bajar la temperatura corporal refrescándose, con agua es lo mas fácil, mantener las habitaciones en penumbra y estableciendo corrientes de aire, etc.
Otra cuestión a tener en cuenta es el hecho de que el aumento de las temperaturas favorece el crecimiento de los insectos que contagian enfermedades como el dengue, el zika o el chikungunya.
Por supuesto esta también el uso de aire acondicionado que en principio debe hacerse con prudencia porque los cambios bruscos de temperatura pueden agravar los efectos del calor, porque los aparatos bombean calor al exterior, que así aumenta su temperatura, y porque obviamente el consumo eléctrico que produce puede agravar el cambio climático si la electricidad no proviene de energías renovables, que es lo mas probable. Otros aparatos eléctricos como ordenadores, etc también producen calor y no conviene su uso durante momentos de mucho calor.
Otra medida importante, esta responsabilidad de las administraciones es la repoblación forestal, ya que el arbolado no solo atrapa CO2 que mejora el medio ambiente, sino que también provee de sombra y favorece las lluvias.
En resumen, hacer frente al calor de manera razonable se basa en buena hidratación, buscar la sombra y evitar ejercicio físico importante en las horas centrales del día. Son medidas de autoprotección, pero lo mas importante es actuar para revertir el cambio climático que es la causa que hay detrás del aumento inhabitual de las temperaturas en las situaciones extremas.
Cuestiones urgentes para la sanidad pública
Autor: Marciano Sánchez Bayle
Estamos en una extraña situación con un gobierno en funciones que se prolonga en exceso y sin que se vea con claridad una salida para la formación de un gobierno progresista que tanto necesita este país, y en especial la Sanidad Pública que lleva años sufriendo un proceso continuado de recortes, deterioro, desmantelamiento y privatización, sin que este último año se hayan producido cambios significativos, en parte por la situación de inestabilidad política, es hora ya de que se impulse de una manera decidida una política positiva para recuperar la Sanidad Pública y para ello hace falta abordar de manera urgente las siguientes cuestiones:
Financiación sanitaria suficiente y finalista, que supere los recortes del periodo del PP, para alcanzar cuando menos el 6,7% sobre el PIB de financiación pública que se alcanzo antes de la crisis. Por otro lado es muy importante avanzar hacia una financiación finalista para eliminar desigualdades. No parece razonable por ejemplo, que en 2019 los presupuestos sanitarios per capita de las CCAA vayan desde 1.192,83 a 1.693,49 euros, una diferencia tan grande (500,66 euros per capita) necesariamente genera desigualdades en la atención sanitaria que recibe la población,
Derogar los copagos del RDL 16/2012, tanto los que están activos como los silentes (están en el BOE pero no se aplican, como el del transporte sanitario, la farmacia hospitalaria, etc). Conviene recordar que según el ultimo Barómetro Sanitario 1,4 millones de personas no retiraban medicamentos prescritos por motivos económicos, otro problema de salud y de desigualdad en la protección de la salud que dice garantizar la Constitución.
Desarrollar el reglamento del RDL 7/2018, para garantizar la universalidad de la atención sanitaria, pues aunque se aprobó este RDL teóricamente “de acceso universal al Sistema Nacional de Salud”, lo cierto es que tiene deficiencias y ambigüedades que están siendo aprovechadas por algunas para continuar e incluso ahondar la exclusión sanitaria, y que ahora con el protagonismo de Vox en varias de ellas es previsible que empeore.
Acabar con las privatizaciones, para lo que es preciso paralizar las privatizaciones y establecer mecanismos de recuperación de lo privatizado. Evidentemente tal y como se ha demostrado en Valencia se trata básicamente de un problema de voluntad política y de cambios en la legislación así como de control riguroso.
Promover la Atención Primaria de Salud, que ha sido la que más ha sufrido con la crisis, dotándola especialmente de recursos humanos suficientes, sobre todo de enfermería. El objetivo es garantizar una atención sanitaria de calidad en 24-48 horas para toda la población
Incrementar las camas hospitalarias, de las que existe una gran deficiencia en nuestro país y que disminuyen cada año, y hacerlo básicamente en el caso de las de media y larga estancia (tenemos 0,3/1000 habitantes versus 1,5 de promedio en la OCDE).
Control del gasto farmacéutico, que se mantiene incontrolado (entre 2014 y 2018 creció un 18% mientras el gasto sanitario público lo hacia en un 15%) especialmente en el caso de la farmacia hospitalaria (22% de crecimiento en el mismo periodo) para asegurarse que su crecimiento es menor que el de los presupuestos sanitarios públicos, y también de su uso racional.
Regulación y control de los conflictos de interés en el sistema sanitario público. Desgraciadamente son numerosos los profesionales que trabajan en el sector público y en el privado, como también los que reciben financiación extra de la industria farmacéutica y continúan siendo muchos los que a pesar de ello participan en organismos con capacidad para tomar decisiones sobre la utilización de recursos. Hay que mejorar la transparencia, delimitar los intereses públicos de los privados y asegurar la calidad e imparcialidad de las decisiones clínicas.
Propiciar la investigación en salud con fondos públicos. Seguimos destinando cantidades ínfimas de los presupuestos sanitarios a la investigación que continua mayoritariamente en manos de las multinacionales que, lógicamente la enfocan a sus intereses particulares y no a la los de la salud de la población.
Mejorar la cohesión del sistema sanitario. Para ello habría que elaborar el Plan Integrado de Salud, pendiente desde la aprobación de la Ley General de Sanidad ¡en 1986!, replantear el funcionamiento del Consejo Interterritorial para hacerlo operativo y el funcionamiento de la alta inspección. Hay que recuperar el papel de autoridad sanitaria del Ministerio de Sanidad (desarrollando la Ley General de Sanidad y la Ley de Cohesión, Ley General de Salud Pública).
Desarrollar la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Se necesita intervenir activamente en la salud sexual y reproductiva, especialmente en sus aspectos preventivos y de promoción que están abandonados, como se demuestra con el repunte de las ETS.
Aprobar la ley de eutanasia y garantizar su acceso en la Sanidad Pública, simplemente aprobando la ley que ya se ha propuesto en el Congreso, y que según las encuestas demanda el 85% de la población.
Estos son algunos temas urgentes a abordar desde un Ministerio, que no es ni debería ser decorativo, aunque obviamente hay muchos mas como la formación y planificación de los recursos profesionales, la salud laboral y un largísimo etc. Necesitamos un gobierno ya que empiece a actuar y a recuperar la Sanidad Publica.
Análisis del estado actual de la sanidad pública en Andalucía
Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/analisis-estado-actual-sistema-sanitario-publico-andalucia/20190813134333165308.html
Autor: LOLA MARTÍNEZ Y ANTONIO VERGARA
El comentario inicial es que no debemos, no queremos y no podemos ser ingenuos y dudar de las políticas sanitarias que va a desarrollar el nuevo gobierno andaluz, compuesto por un pacto del Partido Popular y Ciudadanos con el apoyo imprescindible de Vox. La historia nos avala. En las Comunidades Autónomas en las que el Partido Popular ha gobernado con mayoría absoluta (Madrid, Valencia o Galicia), las privatizaciones y el desmantelamiento de los Sistemas Sanitarios Públicos ha sido demoledor. Para ello han seguido la clásica estrategia de previamente deteriorar la organización y la asistencia pública para después proponer a la privada como la única alternativa. La mayoría de la ciudadanía no es consciente de estos procesos, y lo que quiere es ser atendida de forma rápida y aparentemente correcta.
Lo siguiente que podemos destacar, tras los primeros seis meses del nuevo gobierno, es la tremenda tendencia a la publicidad engañosa y la utilización de aspectos parciales sobre datos oficiales para llegar a conclusiones que nada tienen que ver con la realidad. Son campañas publicitarias masivas que parten del Consejero de Salud y se transmiten a tod@s l@s Delegad@s Territoriales. Ejemplos de los mismos:
A los pocos días de tomar posesión el Consejero de Salud, transmite a la población unas cifras distorsionadas de las listas de espera, en la que entra todo tipo de “espera”, incluyendo tanto las correctas como las revisiones programadas. El motivo está claro, estas fake news, en castellano “noticias falsas”, o mejor, “mentira organizada que pretende confundir a la población menos informada”, justificará la masiva concertación con clínicas privadas. De hecho, tenemos constancia que las reuniones en ese sentido han sido masivas.
A las pocas semanas se anuncia a bombo y platillo un Plan de Choque contra las listas de espera. Ni en los hospitales ni en Atención Primaria saben nada de ese plan. Lo que han puesto en marcha son nuevas “peonadas”, es decir, que los mismos que trabajan por las mañanas, prolonguen sus horarios laborales por las tardes. Esta decisión, que ya la tomaron gobiernos socialistas, no consigue mejorar nada las listas de espera, además de que provoca tendencias perversas: la actividad por las mañanas disminuye y aumenta por las tardes, lo que conlleva una productividad económica sobreañadida. La Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas ha mostrado su rechazo a esta estrategia.
Otra decisión inmediata ha sido derogar la subasta de medicamentos que existía en Andalucía. La subasta anual de principios activos había conseguido que las ganara quién ofertara el menor precio y no como era la regla, que las multinacionales imponían precios abusivos y progresivos. De hecho, empresas auditoras independientes a nivel nacional proponen sin dudas que estas subastas se implanten en todo el territorio nacional.
En Andalucía existía el complemento mensual de exclusividad: es decir, aquellos profesionales que trabajaban exclusivamente en el sistema público recibían un incentivo económico. El nuevo gobierno ha derogado esta norma y la ha extendido a todos los profesionales. Es decir, los que no tienen un desarrollo laboral exclusivo en la pública por trabajar de forma paralela con la privada, también cobran el complemento de exclusividad. Obviamente se han visto obligados a modificar el concepto.
Han decidido incluir en los Distritos Sanitarios a Hospitales y Centros de Atención Primaria. Es decir, no existirán equipos directivos en los recursos no hospitalarios. Ya sabemos que el pez grande se come al pequeño. La Atención Primaria recibe otro ataque que conseguirá perseverar en su deterioro actual.
La previsión inmediata del gobierno andaluz es derogar la norma de incompatibilidad que existe actualmente para cargos intermedios de trabajar en el sector sanitario público y privado. La perversión perfecta.
Los presupuestos aprobados por el nuevo gobierno para este año reinciden en los recortes en la sanidad pública (contienen menos de 500 millones de € con respecto al presupuesto de 2009). Además consagra un aumento de la inversión en las partidas destinadas a las grandes empresas privadas (farmacéuticas, material sanitario y conciertos con clínicas privadas).
Es necesario recordar que con el gobierno socialista previo, el deterioro del Servicio Andaluz de Salud era una realidad dramática: habían recortado más de 8000 millones de euros en los presupuestos sanitarios actuales desde el año 2008 hasta la actualidad, más de 7000 profesionales sanitarios perdidos en estos últimos diez años, la cobertura de jubilaciones, de bajas prolongadas por enfermedades, etc , ha sido del 10%. De cada 100 profesionales que suspendían su actividad asistencial se cubrían sólo diez. La Atención Primaria está al límite soportable, con una ambulatorización progresiva. Las Unidades de Gestión Clínica se han degradado de forma escandalosa: los objetivos por los que se cobran las productividades se basan exclusivamente en el ahorro económico sin medir las repercusiones clínicas. El hastío y la desmotivación de la mayoría de los profesionales sanitarios han llegado a niveles preocupantes. Nuestra organización se ha posicionado a favor de la derogación de las Unidades de Gestión Clínica.
El mayor déficit que soporta la ciudadanía son las terribles listas de espera para todo tipo de conceptos. Esperas para ser atendido por primera vez, esperas para exploraciones complementarias diagnósticas, esperas para confirmar los hallazgos clínicos, esperas para recibir los tratamientos necesarios, etc. Con esta dinámica, que dura hace muchos años y que además crece progresivamente, la atención clínica que recibe finalmente la persona afectada es inadmisible porque en muchos casos se incluye el riesgo para su salud.
La consecuencia directa e inmediata es que la mayoría de la población que tiene los recursos económicos suficientes contrata una empresa privada para compartir la atención clínica. Si aparece un problema grave de salud, entonces no hay dudas, acudir de inmediato al Servicio Sanitario Público. Los sectores sociales que no pueden costear ese sobregasto quedan marginados de una asistencia digna y eficaz. Es un retroceso histórico, reaparece la situación de personas pudientes bien atendidas y beneficencia con marginalidad. Increíble pero cierto.
A pesar de estas razones, no podemos opinar que la situación actual sea mucho peor a la previa. En el Plan del Verano de 2019 han vuelto a decidir aberraciones de gestión como el cierre de camas hospitalarias con la excusa de obras de mantenimiento que no se corresponden con la realidad, enlentecimiento de la actividad de recursos tanto en quirófanos, como en Servicios Centrales, lo que va a conllevar un obvio aumento de las listas de esperas, ya insoportables, que sufre la población desde hace años. El objetivo real es claro, la no sustitución de todos l@s trabajador@s que toman sus vacaciones reglamentarias veraniegas.
El hecho de que este verano no sea peor que los años anteriores, es una circunstancia que debería hacer recapacitar al gobierno socialista previo y al partido político que lo sostuvo.
A modo de conclusiones, el deterioro de la Sanidad Pública continúa y no se prevén políticas que la haga mejorar sino la apuesta será derivar fondos públicos a empresas privadas para paliar o parchear estas deficiencias, especialmente mediante la desviación progresiva de las personas que esperan a clínicas privadas para ser atendidas. La finalidad es el desmantelamiento del Sistema Sanitario Público y su sustitución por fórmulas de gestión privada de los recursos públicos. Es la misma historia que ocurrió en el Reino Unido en la década de los ochenta del siglo pasado, que, teniendo un National Health Service que era una referencia para el mundo, las políticas neoliberales de Margaret Thatcher lo desintegró y todavía hoy no ha recuperado su nivel previo, por desgracia para la ciudadanía, claro está sobre todo a los sectores más desfavorecidos.
El gobierno andaluz actual no cree en el sector público y defiende el eufemismo de la colaboración público-privada que, en la práctica, siempre ha consistido en el parasitismo y la fagocitación de lo privado frente a lo público. Por supuesto, si el negocio no marcha bien y hay una debacle económica, se rescata con dinero público. Son hechos y no opiniones. Por ello, no hay circunstancias que supongan prever un futuro esperanzador.
La movilización social y ojalá la profesional es hoy más necesaria que nunca. Las Mareas Blancas y la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía trabajarán, como llevan haciendo muchos años, defendiendo el Sistema Sanitario Público, que hoy está más en peligro que nunca.