Doce minutos
Fuente: https://lacronicadesalamanca.com/242940-doce-minutos/
Autor: Esperanza González Marín
Ya que no hay más medios para la sanidad, que se amplíe el tiempo de la consulta en el médico de familia
Los usuarios comprenden que alargar las consultas de su médico de familia supondrá una mejor atención, un respeto en el horario de las citas y, en suma, una mayor satisfacción en la atención recibida. Pero las consecuencias de esta medida no se quedan solo en una mejora de la relación médico-enfermo.
Para la OMS la calidad asistencial consiste en que el paciente “reciba el conjunto de medios diagnósticos y terapéuticos más adecuado para conseguir una atención sanitaria optima teniendo en cuenta todos los factores y conocimientos del paciente y del servicio médico, con el mínimo riesgo de efectos adversos y la ma?xima satisfaccio?n del paciente”. En este contexto la satisfacción del usuario es uno de los objetivos pero también hay otras consideraciones como el uso eficiente y adecuado de los recursos. Está comprobado que la brevedad de las consultas médicas está relacionada con dificultades en el diagnóstico que llevan al abuso en las derivaciones al especialista (con sobrecarga asistencial en este nivel), una hiperprescripción de fármacos y de exploraciones innecesarias y un aumento en la incidencia del stress profesional.
Tenemos la experiencia de que reivindicaciones de mayor inversión en recursos humanos son difíciles de conseguir, por lo que quizás, deberíamos insistir en las ventajas económicas que supone disponer en una consulta del tiempo suficiente para precisar el diagnóstico. Al disminuir las derivaciones, el exceso de exploraciones y la hiperprescripción farmacológica , el gasto será menor.
Insistir en el argumento económico será seguramente más útil que el de mejorar la satisfacción de médico y paciente en las que no parece que la administración se preocupe tanto.
Madrid Central, una cuestión de salud pública
Fuente: https://elpais.com/ccaa/2019/07/01/madrid/1561987582_844162.html
Autor: Marciano Sánchez Bayle
La contaminación es un grave problema de salud pública señalado por todas las entidades internacionales. Se sabe que la polución es responsable de un elevado porcentaje de la mortalidad y morbilidad, que se concreta no solo en las enfermedades respiratorias (exacerbaciones del asma, EPOC, cáncer de pulmón...) sino que además está implicada en muertes por infartos de miocardio y eventos cardiovasculares, así como en otros tumores, enfermedades neurodegenerativas, diabetes tipo 2, alteraciones en la espermiogenesis y la capacidad cognitiva y un largo etcétera.
Los efectos de la contaminación comienzan incluso en “los concebidos no nacidos”, siendo responsable de problemas como la microcefalia, el bajo peso al nacer, alteraciones en la capacidad pulmonar, prematuridad y cambios en el epigenoma, muy peligrosos en el desarrollo posterior. Por otro lado, las secuelas sobre la salud son progresivas, muchas de ellas a medio y largo plazo, tienen carácter sumatorio y están relacionadas con las concentraciones de contaminantes, de manera que incluso concentraciones menores de las consideradas límites pueden tener efectos negativos.
En 2017 en Madrid se concentraron los mayores niveles de NO2, partículas PM2, partículas PM10, ozono, dióxido de azufre y benzopireno, siendo la única comunidad autónoma donde concurría la elevación de todos ellos.
Los organismos internacionales han calculado que se producen 14,83 muertes diarias de promedio como resultado de la contaminación en Madrid. También que podrían evitarse 3.900 ingresos pediátricos y 384.000 consultas infantiles al año si los niveles de contaminación no hubieran superado los límites establecidos. Sobre lo dicho hay consenso científico internacional, de autoridades sanitarias y sociedades científicas. Lo curioso es que este se desoiga por parte del Ayuntamiento y presumiblemente de la Comunidad de Madrid.
La realidad es que cuando el Ayuntamiento de Madrid, de una manera modesta y limitada, empezó a tomar medidas concretas y serias para limitar esta intolerable situación a través de Madrid Central, el gobierno de la Comunidad -presidido por el señor Ángel Garrido- intentó abortar las medidas, anteponiendo los intereses partidistas sobre el derecho de la ciudadanía a respirar un aire sano.
Los resultados de Madrid Central han supuesto una disminución significativa de la contaminación en la zona afectada, sin que se hayan observado ni el aumento de la misma sobre las zonas limítrofes, ni el cataclismo económico anunciado. Un avance indudable para la salud de la población, pero muy limitado y que debería extenderse al menos al interior de la M-30 de manera escalonada si queremos obtener resultados relevantes.
La salud está en el aire y por eso hay que actuar con rapidez, porque nuestra salud y la de nuestros hijos está en juego y el tema merece que nos lo tomemos muy en serio. Proteger Madrid Central es un paso necesario.
Defender Madrid Central
Fuente: https://nuevarevolucion.es/defender-madrid-central/
Autor: Carlos Sánchez Fernández
El nuevo gobierno del ayuntamiento de Madrid (alianza PP, CS y Vox) esta empeñado en acabar con Madrid Central (un programa que limitaba el acceso de vehículos contaminantes a una zona céntrica de Madrid de 4,7 km2), y no se sabe si lo quiere hacer por “negacionismo”, para favorecer los intereses de sus votantes y los lobbys que les apoyan, o para dar un golpe de autoridad en su empeño de descarmenizar la ciudad o un poco por todo a la vez.
El caso es que se trata de una medida irracional y sin ninguna justificación.
Es conocido y sobradamente probado que la contaminación del medio ambiente es un serio problema de salud, y que es una causa importante de la morbilidad (carga de enfermedad) y mortalidad de la población. Se conoce hace tiempo que la contaminación produce efectos sobre la salud durante toda la vida, incluso antes del nacimiento, que sus efectos son acumulativos y que esta implicada en muchísimas enfermedades, las mas conocidas las relacionadas con el aparato respiratorio (asma, disminución de la capacidad pulmonar, agravamiento del EPOC y de las enfermedades virales que le afectan como la gripe, etc) y las cardiovasculares (los picos de contaminación coinciden con un aumento de los infartos y eventos cardiovasculares), pero además con muchas mas como bajo peso al nacer, microcefalia, cáncer de pulmón, otro tipos de tumores (leucemia, etc), hipertensión arterial, diabetes tipo 2, y una larga lista que se omite para no aburrir a los lectores, incluso algunas que son poco conocidas como problemas cognitivos o alteraciones en la espermiogenesis ( o sea que la baja tasa de natalidad del país también, que tanto preocupa a nuestros conservadores, esta relacionada con la contaminación).
Además, hay que tener en cuenta que los dos grupos de población mas sensibles a los efectos de la contaminación son la infancia y las personas mayores, es decir las que tienen mas dificultades para autoprotegerse.
Todo ello ha llevado a que numerosos organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la ONU, UNICEF, la UE, etc hayan señalado la necesidad de combatir la contaminación y de evitar a las personas el respirar aire contaminado, recomendaciones que nuestro país ha ignorado de manera sistemática, favoreciendo el acceso de cuanto mas trafico mejor al centro de las ciudades y apostando por el atasco (véanse las declaraciones de la Sra Ayuso añorando los atascos en el centro de la ciudadad).
Madrid Central ha sido una respuesta, bien modesta a esta situación insostenible, y es modesta tanto por el área a la que se aplica, muy pequeña en comparación con las de otras ciudades europeas, y por los titubeos en su puesta en marcha, pero evidentemente ha supuesto un paso adelante, de dejar de mirar para otro lado y afrontar con seriedad el problema. Conviene recordar que por dar alguna cifra, más de 5000 personas mueren anualmente en Madrid por culpa de la contaminación y que provoca mas de 3000 ingresos y 300.000 consultas pediátricas al año. Por eso mantener y ampliar Madrid central es una necesidad de salud pública y una actuación sanitaria imprescindible.
Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid se ha apostado por la retirada del intento de cierre de Madrid Central exigiendo por el contrario su ampliación progresiva a todo el interior de la M30.
El gran éxito de la manifestación en defensa de Madrid Central a pesar de las condiciones adversas (salida de vacaciones, 40º de temperatura, etc) pone de relieve que se trata de un problema que se vive con mucha preocupación por la ciudadanía. Habrá que seguir movilizándose para conseguir un aire saludable en Madrid. La salud de la población debe ser lo primero
¿Se necesitan más médicos en España?
Fuente: https://lacronicadesalamanca.com/242306-se-necesitan-mas-medicos-en-espana/
Autor: Aurelio Fuertes Martín
Los recursos humanos son lo más valioso que tiene el sistema sanitario público en España y desgraciadamente la Administración no lo ha tenido en cuenta o si lo ha hecho ha fracasado estrepitosamente en su cuidado: no se ha preocupado de hacer de la estabilidad en el trabajo de los profesionales sanitarios un objetivo prioritario, llegando a ser escandalosos no pocos de los contratos ofertados; no ha adaptado los salarios a la preparación, el esfuerzo y la responsabilidad de los profesionales y al que disfrutan los que trabajan en los países de nuestro entorno; no se ha preocupado de adaptar las plantillas a las necesidades, haciendo además recortes en las mismas que han propiciado no solo el deterioro de la calidad asistencial, también el desprestigio de los profesionales y en muchas ocasiones las agresiones a los mismos. Esta situación ha motivado que una parte no despreciable de los profesionales formados, con un coste económico importante, hayan emigrado. De esta dejación de funciones han sido responsables la Administración Central y las distintas Consejerías de las Comunidades Autónomas, también Sacyl.
En este contexto se ha abierto el debate de si se necesitan más médicos en España. Con la situación descrita previamente y con las repetidas alusiones al déficit de los mismos por parte de nuestras autoridades para con ello justificar la desorganización en algunos niveles asistenciales, podría pensarse que es así, que son necesarios más médicos. Si así fuera sería achacable a su falta de previsión.
Son escasos los estudios de proyección de necesidades de profesionales sanitarios. Esta dejación puede en alguna medida disculparse porque estas proyecciones tienen su dificultad, hay que hacerlas a muy largo plazo, teniendo en cuenta que la preparación de un médico desde que empieza la carrera en la Facultad hasta que acaba el MIR es de 10-11 años y que en esos años se pueden producir y de hecho se producen numerosos cambios en el sistema. Con todo, en 2017 la cifra de médicos en España era de 3,8 por 1000 habitantes, una de las más altas de Europa y por encima de la media de la OCDE que estaba en 3,6 por mil. No hay, pues, déficit de médicos en nuestro país. Diferente es la situación en enfermería donde tenemos 5,3 profesionales por 1000 habitantes frente a los 8,3 de media en la OCDE, un desequilibrio, sin duda, muy importante (Comparaciones Internacionales. Informe anual del Sistema Nacional de Salud 2017)
¿Cuál es entonces el problema? En este punto hay bastante coincidencia, el problema no es de déficit absoluto de facultativos, que no existe, sino de distribución de los mismos, geográfica y por especialidades. Comparadas las cifras de los diferentes especialistas con las de otros países de nuestro entorno, en la mayoría de los casos existe aquí un ligero superávit. La proyección de futuro es sin embargo más preocupante, sobre todo en casos como Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), debido en parte a las masivas jubilaciones que se están produciendo y se van a producir en los próximos años.
¿Cómo se puede influir en el proceso? En principio habría que hacer un registro fiable de médicos y establecer proyecciones de necesidades a más largo plazo, teniendo
en cuenta que éstas se van a incrementar, a pesar de que no aumente la población total en España, por el envejecimiento y el incremento de demanda consiguiente. Las teclas a tocar pueden reducirse a cuatro: los ingresos en las Facultades de Medicina, el número de plazas MIR a convocar, la fijación de la edad de jubilación y la regulación en la homologación de médicos extranjeros (regular la emigración de nuestros licenciados es más dificultoso porque el mercado sanitario es también un mercado y está sujeto a sus normas). No se necesitan más estudiantes de medicina y mucho menos más Facultades, hay más de las necesarias debido al aumento incontrolado de las privadas en los últimos años; tampoco pueden hacerse muchos malabarismos con la fijación de la edad de jubilación. Sí se puede incidir en el número de plazas a convocar para el MIR y se puede hacer un esfuerzo de aumento de las mismas, máxime si tenemos en cuenta que hubo una reducción de su número desde 2011 a 2017, pero esto no puede ser algo masivo e inmediato como han pedido algunos Consejeros, es necesario que esos MIR reciban una formación adecuada y para ello antes de aumentar las plazas es necesario aumentar el número de Unidades Docentes convenientemente acreditadas.
Mención aparte merece la situación de la MFyC y el más que probable déficit de profesionales en los próximos años. Al problema de las jubilaciones se une la falta de atractivo de la especialidad para los médicos que optan al MIR. En las últimas convocatorias de este examen, más de 2000 aspirantes han hecho ya otra especialidad y en más del 50% de los casos se trata de Medicina de Familia. Es necesario recuperar el prestigio de la MFyC porque se trata de la base de nuestro sistema sanitario. Hay que mejorar las condiciones laborales y la formación continuada de los profesionales, abrirles la puerta de la Universidad y facilitar las posibilidades de investigación. Es labor de las Administraciones Sanitarias y de la Universidad, pero también es necesario que los médicos de Atención Primaria sean conscientes de ello y hagan un esfuerzo suplementario para conseguirlo.
Titulares engañosos y confusión estadística
Fuente: https://www.actasanitaria.com/titulares-enganosos-y-confusion-estadistica/
Autor: Marciano Sánchez Bayle
Acabo de ver un titular en Acta Sanitaria que dice “Un nuevo algoritmo predice el 100% de pacientes con depresión que responderán al electroshock”, y compruebo que es una copia del que publica la web del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), que pertenece al Instituto de Salud Carlos III, y que publicita un artículo publicado en Nature on line el 25 de Marzo de 2019: «Resting state functional connectivity predictors of treatment response to electroconvulsive therapy in depresion», y me parece que conviene hacer una serie de consideraciones al respecto.
Primera. Un modelo predictivo con una fiabilidad del 100% es en principio sumamente improbable, por no decir prácticamente imposible. Conocer la respuesta de todas las personas en cualquier circunstancia en un futuro entra dentro de las capacidades que se le suponen a la divinidad y no tienen nada que ver con la ciencia. Los modelos predictivos tienen siempre un nivel de indeterminación y, por muy precisos que sean, y no son capaces de asegurar con absoluta certeza lo que va a suceder, cómo mucho los más precisos tendrán un margen de error de millonesimas.
Segundo. Si leemos el artículo de referencia vemos que es un estudio realizado en 18 (dieciocho)pacientes, por lo que el tamaño muestral es tan reducido que las probabilidades de que sus resultados sean aplicables al conjunto de la población con depresión son muy bajas, y los sesgos que pueden estar presentes son obviamente muy numerosos, y pulverizan las conclusiones tan tajantes que se hacen en el titular de referencia.
Tercero. Además, la propia publicación recoge, por ejemplo cuando analiza los valores de las curvas COR, que son las que se utilizan para valorar el resultado global de una prueba, que e
l área bajo la curva es de 0.90 (IC 95% entre 0,72 y 1). Es decir, la predicción con esta muestra da valores del 90% y márgenes de confianza entre el 72 y el 100%; o dicho en otras palabras, existe un margen de error en la predicción del 10%, que podría alcanzar el 28% y, por supuesto, también sería posible que no tuviera error, lo que, como ya se ha señalado, con el tamaño de la muestra parece muy poco probable.
Cuarto. Lo dicho no pretende en modo alguno descalificar el estudio que es interesante, sino contectualizarlo, habría que tener otros con muestras mas amplias para poder sacar conclusiones con un grado de seguridad razonable. Todo ello independientemente de las consideraciones éticas que pueda merecer la utilización de electroshock como tratamiento para las depresiones, que es algo que por supuesto habría que considerar.
Quinto. Podría parecer que se trata de unas precisiones un tanto maniáticas y puntillosas sobre un caso muy concreto, pero creo que no es así, porque pone de relevancia los problemas de comunicación de las investigaciones científicas en los medios generales y profesionales, y la frecuencia con la que resultados limitados y siempre cuestionables se venden como si fueran hechos incontrovertibles, lo que, unido a la poca formación estadística de los profesionales de la salud, suele ser utilizado por las empresas de tecnología médica para vendernos supuestos avances que muchas veces no son tales.
Ya saben que hay un potente movimiento de crítica científica, la conocida como medicina basada en la evidencia, impulsada por Sackett y Guyat, para realizar evaluaciones críticas de las publicaciones científicas y evaluar su aplicabilidad. Quizás sería bueno que la prensa utilizara alguno de sus criterios, o al menos tuviera en cuenta las limitaciones de los estudios. Sería deseable un mayor rigor en la prensa a la hora de tratar los temas sanitarios. Así un titular más ajustado a la realidad hubiera sido: Un nuevo algoritmo para predecir los pacientes con depresión que responderán al electroshock. Ya sé que tiene menos gancho, pero es más cierto.
(Nota de la Redacción. Admitida la puntualización, el autor debe entender que los medios debemos fiarnos de las fuentes y, en este caso, admitimos la credibilidad de la misma, el CIBERSAM, y el haberse publicado el trabajo en Nature on line. De todos modos, el titular que sugiere hubiera sido más acertado).