FADSP Federacion de Asociaciones en defensa Sanidad Publica. Sanidad Publica Coronavirus Asociaciones en defensa de la sanidad publica. Hospital. Salud. Sanidad. Madrid. España. Federacion" />

FADSP Federacion de Asociaciones en defensa Sanidad Publica

Sanidad Hospital Publica Enfermera Medico Doctor Gestion privada operaciones sanitario paciente

Kratom.org

Así como medicamentos asequibles y baratos que se pueden comprar en línea.

Propuestas urgentes para la Sanidad Pública tras la pandemia

Propuestas urgentes para la Sanidad Pública tras la pandemia

Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad...

La Atención Primaria en la encrucijada tras la epidemia del COVID-19

La Atención Primaria en la encrucijada tras la epidemia del COVID-19

  Antes de la pandemia la Atención Primaria (AP) atravesaba una profunda crisis consecuencia...

La FADSP propone 10 medidas urgentes para contener la pandemia

La FADSP propone 10 medidas urgentes para contener la pandemia

  La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ante la situación de...

Propuestas de la FADSP para modificar los actuales modelos de atención a la dependencia

Propuestas de la FADSP para modificar los actuales modelos de atención a la dependencia

TENEMOS QUE MODIFICAR LOS ACTUALES MODELOS DE ATENCIÓN A LA DEPENDENCIA Los datos...

  • Propuestas urgentes para la Sanidad Pública tras la pandemia

    Propuestas urgentes para la Sanidad Pública tras la pandemia

  • La Atención Primaria en la encrucijada tras la epidemia del COVID-19

    La Atención Primaria en la encrucijada tras la epidemia...

  • La FADSP propone 10 medidas urgentes para contener la pandemia

    La FADSP propone 10 medidas urgentes para contener la...

  • Propuestas de la FADSP para modificar los actuales modelos de atención a la dependencia

    Propuestas de la FADSP para modificar los actuales...

Jornadas Fadsp
Donaciones
Audio Entrevisas
Articulos Publicdos
Enlazanos
Telegram
Jornadas Valladolid
Manifiesto Defensa Sanidad Publica
Enlazanos

Estadisticas

Visitas
11230390
Programa y Estatutos
Enlazanos
Enlazanos

Más que nunca, en defensa de la Atención Primaria

Fecha de Publicacion : 16/09/2020

Fuentehttps://www.noticiasdenavarra.com/opinion/tribunas/2020/09/16/defensa-atencion-primaria/1078464.html

Autor: Mª Pilar Arroyo (médica de AP), Luisa Jusué (trabajadora social de AP)y Guillermina Marí(enfermera de AP); en nombre de la Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Navarra-ADSPN / Nafarroako Osasun Publikoaren Aldeko Elkartea-NOPAE
 
Vivimos una situación compleja, ante la que es necesario convivir con un alto nivel de incertidumbre, e ir desarrollando los suficientes mecanismos para adaptarnos a los cambios que de continuo se están generando. Partimos de la convicción de que no existen fórmulas mágicas, pero de que sí que podemos y debemos hacer todo lo posible por mejorar la situación.

A nadie se le escapa que los niveles de salud se ven fundamentalmente determinados por una serie de factores que tienen que ver –entre otras cosas– con las importantes desigualdades económicas y sociales, el deterioro medioambiental, las barreras lingüísticas, la insuficiencia de un adecuado sistema de cuidados, los problemas de vivienda, una más que mejorable Ley de Prevención de Riesgos Laborales, o los insuficientes recursos destinados tanto a Salud como a Servicios Sociales y de Educación.

En este marco, consideramos decisivo el papel de la Atención Primaria como garante del Sistema de Salud. El trabajo de sus profesionales pasa desde la atención a la demanda, al diagnóstico de casos, al control a domicilio o a la información para minimizar contagios.

Los valores en los que se basa la Atención Primaria son cruciales en esta pandemia. Hablamos de la longitudinalidad –atender a las personas a lo largo de sus vidas–; del trabajo comunitario –conocimiento del territorio donde se desarrolla la vida cotidiana, con acento en la promoción y prevención–; del trabajo multidisciplinar –personal administrativo, de trabajo social, medicina y enfermería–; y del trabajo en Equipo –donde los casos pueden ser discutidos y valorados–.

Hay que partir del hecho de que en Atención Primaria la situación previa ya era complicada debido a un bajo presupuesto y a la no recuperación de los recortes de la crisis 2008, en la que la Sanidad perdió 6 puntos del PIB, se empeoraron las ratios de personal y la temporalidad llegó a ser del 30%. Con la pandemia, y ante el lógico aumento de la demanda, el tema se ha complicado. Porque si bien es cierto que el modelo de atención anterior ya se había demostrado mejorable, en esta situación se ha tenido que adaptar para dar salida a las nuevas necesidades.

Sin embargo, en estos momentos se precisa mejorar el modelo actual para poder aumentar la calidad de la atención; se precisa adecuar el número de las consultas presenciales, ya que la presencia del paciente algunas veces es esencial para el diagnóstico, y puede evitar que pasen desapercibidos problemas de salud importantes. Es importante también a la hora de revisar las patologías crónicas y para la atención de personas mayores.

Interesa destacar el valor de las consultas no presenciales como complemento de las llamadas telefónicas previas para pedir consulta, del filtro de las mismas para dirigirla al recurso adecuado durante la primera ola de la pandemia. Todo ello, sin dejar de lado la necesidad de mantener la educación para la salud y atención comunitaria en la medida de lo posible, potenciando el autocuidado.

Yendo a lo concreto, y aún reconociendo todos los esfuerzos realizados y la validez de los mismos, el Departamento de Salud debería ir más allá. Debería realizar los necesarios cambios para poner la Atención Primaria en el centro del Sistema de Salud, financiándola suficientemente y caminando hacia el destino del 25% de los recursos del sistema (que actualmente solo llega al 14%).

Por otra parte, es fundamental cuidar la salud física y emocional de los profesionales. Es más necesario que nunca adecuar las plantillas, sanitarios y no sanitarios, a las nuevas situaciones y la necesidad de unas administrativas adiestradas en Atención Primaria.

De manera prioritaria, se debieran reforzar y rediseñar plantillas redistribuyendo al personal cuando sea necesario e intentar cubrir todas las bajas laborales y las vacaciones.

La Administración debería:

– Señalar a los centros de salud directrices claras y comunes de funcionamiento y corregir la variabilidad que hay de unos centros a otros. Debería fomentar la participación profesional. Y favorecer la coordinación entre todos los ámbitos y profesionales del Sistema y entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria.

– Realizar cambios para transmitir a la población, contando con los medios de comunicación, una información adecuada sobre la evolución de la pandemia, sobre las medidas de control que se adoptan. Es necesario que dichas medidas vayan en línea de que la población pueda asumirlas; para ello, necesita conocer y comprender las razones de los cambios en el proceso de atención que se van produciendo en los centros de salud y en el Sistema Sanitario en general.

Reconozcamos también el esfuerzo de la población. Por una parte, ha hecho un esfuerzo para convivir con el miedo y la incertidumbre, y se ha tenido que enfrentar en ocasiones a situaciones límite, enfermedades y pérdidas humanas. Por otra parte, ha necesitado adaptarse a los cambios de funcionamiento en el acceso al centro de salud, por ejemplo, ante el nuevo y necesario papel jugado por las administrativas (que orientan sobre qué profesional debe atender la consulta, y ante situaciones agudas y crónicas). Aunque la población comprenda estas dificultades entendemos que reclame otros ajustes para recibir una adecuada atención.

En definitiva, ahora más que nunca, hay que reforzar los mermados servicios públicos, y atender a las personas más vulnerables. ¿Quién dijo que esto iba a ser fácil? Pero en ello nuestra Atención Primaria debe ser líder y ser potenciada más que nunca.

A propósito de la vacuna sobre la COVID-19

2020090716005847395

Fecha de Publicacion : 14/08/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/pandemia-vacuna-covid19-riesgos-seguridad-eficacia-empresas-farmaceuticas/20200914103339179120.html

Autor: Marciano Sánchez Bayle

La paralización de los ensayos sobre la vacuna de Oxford después de encontrar un posible efecto adverso grave ha vuelto a poner de actualidad los problemas que tiene el conseguir una vacuna que tenga una elevada eficacia y efectividad, pocos efectos adversos y un coste razonable .

Hace algún tiempo (junio de 2020) ya señalaba lo complicado que es encontrar una buena vacuna y lo peligroso que era el hacer pronósticos sobre si se conseguiría, y más aún sobre cuando se lograría (Tratamientos y vacunas contra la COVID-19: polémicas y contrainformaciones) y creo que esta paralización, que el laboratorio ya indica que es temporal, porque en 15 días tiene previsto reiniciar el proceso, ha vuelto a colocarnos en la realidad de las cosas.

Las vacunas se basan en el hecho de que muchas de las enfermedades generan inmunidad (defensas) más o menos permanentes que protegen frente a una nueva infección evitándola y/o haciendo que esta sea menos grave. En el caso de la COVID-19 hay evidencias de que al menos una parte de la población no genera anticuerpos y/o estos desaparecen muy pronto lo que se ha visto en el estudio sobre seroprevalencia realizado en España y en el hecho de que se han evidenciado reinfecciónes, o sea que lo primero que desconocemos es si se logra una vacuna esta tendrá una protección duradera y de no ser así cuanto tiempo se extenderá su efecto protector.

La segunda cuestión que no es menos importante es que la vacuna se administrara a millones de personas sanas y por lo tanto los efectos adversos, incluso los infrecuentes tienen que valorarse muy detenidamente y evaluar el riesgo/beneficio de la misma en términos de salud.

Luego la actual búsqueda de la vacuna se da en un entorno de gran competencia entre empresas farmacéuticas e incluso entre países y va a tener impacto en las relaciones geopolíticas mundiales. Eso empeora las cosas porque produce muchos incentivos para magnificar los resultados positivos y minimizar los riesgos lo que ya ha producido más de un problema con otros medicamentos. Por lo tanto habrá que ser muy prudentes con los resultados que publican las empresas que son juez y parte en este asunto.

Por otro lado hay países, entre ellos España en el marco de la UE, que están realizando compras a las empresas farmacéuticas de estas vacunas, todavía inexistentes, con la idea de garantizarse un abastecimiento de las mismas cuando estén operativas. Estas compras tienen muchos riesgos porque podría suceder que estas vacunas finalmente no estuvieran disponibles y se habría comprado humo. Cabría exigir que en estas operaciones se produjera algún tipo de blindaje, por ejemplo participación en los beneficios si hay éxito en la producción de vacunas efectivas y cláusulas de recuperación de las inversiones si se produce un fracaso (por ejemplo con rebajas en los otros medicamentos de las empresas).

Un último comentario tiene que ver con la conveniencia de evitar crear falsas expectativas. No tenemos seguridad de que vaya a haber una vacuna eficaz, aunque es probable que sí la acabe habiendo porque hay muchas líneas de investigación trabajando en ello, pero menos aún sobre cuándo estará disponible si se consigue (la OMS habla del verano de 2021), por eso me parecen poco razonable las declaraciones desde el Ministerio de Sanidad asegurando que estará disponible en diciembre, y aunque es obvio que es posible que lo crean así y se hace para inyectar optimismo en una situación muy negra, se están equivocando, primero porque lo más probable es que no acierten (y ojalá sea yo el que no acierta) y den pie a responsabilizar al Ministerio de algo que evidentemente no puede controlar, y luego porque favorecen que se baje la guardia ante la única vacuna eficaz que tenemos aquí y ahora contra la pandemia: extremar las medidas de precaución y evitar la extensión de los contagios.

Las “grandes oportunidades” sanitarias de la señora Ayuso

2020090716005847395

Fecha de Publicacion : 07/08/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/covid-madrid-sanidad-publica-oportunidad-negocio-diazayuso/20200907153639178908.html

Autor: Marciano Sánchez Bayle

Mientas se desarrolla y expande la pandemia, la Sra. Ayuso (Isabel Díaz Ayuso, IDA) no ha perdido el tiempo, y no se ha dedicado precisamente a adoptar medidas para controlar los contagios y reforzar la Sanidad Pública sino a favorecer los intereses empresariales de sus amigos.

Hace tiempo el Roto publicó dos viñetas que son premonitorias y explican muy bien la situación. En una de ellas un ave carroñera señalaba Las épocas de desastres son épocas de grandes oportunidades* y en la otra desde lo alto de una rascacielos, se supone que una oficina de “alto standing” una voz decía La perspectiva engaña: lo que hay abajo veis como un desastre desde aquí arriba se percibe claramente como una gran oportunidad**. Que gran premonición sobre el comportamiento de IDA

Vayamos a los hechos:

Cuando la pandemia se hace ya ingobernable, IDA abre el hospital de IFEMA (después de que el PP llevase 10 años cerrando camas en los hospitales públicos de la Comunidad), lo que su escudero definió como “un hito en la historia de la sanidad mundial”. Para ello, su puesta en funcionamiento, mantenimiento y posterior cierre utiliza los servicios de empresas privadas, y cuando se cierra, una decisión precipitada y claramente errónea, se comienza a derivar los enfermos que antes recibía el IFEMA, es decir los que estaban en situación estable y menos graves, a los centros privados. Paralelamente se abren los denominados “hoteles medicalizados”, que en realidad eran hoteles para el aislamiento de pacientes asintomáticos u oligosintomáticos.

En el medio decide hacer un más que cuestionable hospital de infecciosos en Valdebebas, y lo pone en marcha mediante contrato con 14 empresas privadas, en lugar de abrir, lo que habría sido más rápido y menos costoso las 1.600 camas que cerraron en los centros de gestión pública o los espacios no utilizados en los hospitales de Esperanza Aguirre (por ejemplo la torre 4 de San Sebastián de los Reyes), o el antiguo hospital de Puerta de Hierro. Además, el nuevo hospital que supuestamente iba a abrirse en octubre ya se demora en principio hasta fin de año e incluso hay unas declaraciones de la Consejería de Sanidad que señalan que se utilizaría como almacén centralizado.

Cuando empiezan los rebrotes, IDA que había prometido 600 rastreadores para pasar de la fase 2, y que reconoce en julio que solo tiene 181, después de rechazar 100 rastreadores gratuitos que le ofrece el ayuntamiento de Madrid hace un contrato de ¡22 rastreadores! Con Ribera Salud, y paralelamente comienza a hacer PCR a población general, de dudosa utilidad, mientras que las que se realizan a contactos tienen demoras de entre 4 y 8 días, cómo no, mediante un contrato con la misma empresa privada, a la que por cierto también se encargan las pruebas que se realizan al profesorado en unas condiciones abracadabrantes (largas colas, hacinamiento, etc), y se vuelven a contratar con hoteles. Para seguir la linde, se descubre que la concesionaria de los laboratorios de los hospitales PFI que inauguro Esperanza, está derivando pruebas PCR a los hospitales públicos, obviamente a coste 0.

Todo ello, y lo que no conocemos, se ha hecho sin concurso alguno, en contratos por motivos de urgencia, hechos a dedo con empresas amigas, y mientras se racanean fondos para la Sanidad Pública, un buen ejemplo son los rastreadores no contratados o el nunca realizado refuerzo de la Atención Primaria, aunque es posible que en la “neolengua” se considere como tal el cierre sistemático de centros de salud y/o la reducción de los horarios de atención, y la ausencia de refuerzos de personal en los hospitales públicos. Por cierto si algún día se abre el nuevo hospital de Valdebebas, ¿con que personal se hará?, porque hasta ahora no hay ninguna previsión de contratación y un hospital sin personal solo es un edificio vacío, quizás por eso se ha insinuado lo de convertirlo en un almacén de material.

Otro aspecto interesante es la capacidad de IDA y su escudero para encubrir los hechos mediante anuncios sistemáticamente incumplidos, de un IFEMA con 5000 camas se pasó a uno con menos de 2.000, de 600 rastreadores a 181, de refuerzos en AP a cierre de centros… Mientras tanto anda muy preocupada por los contagios provenientes de Barajas que se han demostrado irrelevantes, y con posados de luto, funerales católicos y otras escenificaciones con la evidente intención de despistar a los medios y al personal, y procurar así que pase desapercibida su desastrosa gestión de la pandemia, y su retraso en tomar medidas eficaces para la contención del virus.

Hay una versión que mantiene que IDA es un ejemplo viviente de aquello de que la estupidez humana es infinita, que decía Einstein, pero yo no lo creo, es obvio que tiene su punto y que el desparpajo que la caracteriza la pierde en ocasiones, pero toda su actuación en esta pandemia evidencia que lo que desde aquí abajo, desde la población y los centros sanitarios, vemos como un desastre, ella es capaz de convertirlo en una gran oportunidad, para la privatización sanitaria, para las empresas privadas y para sus amigos. 

Mientras sigan siendo los irresponsables gestores de la Sanidad madrileña nuestra salud estará en peligro. Es urgente que se vayan.

Los culpables de que el covid vaya a más somos todos

GG29P11F1 16389

Fecha de Publicacion : 03/08/2020

Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2020/09/03/culpables-covid-vaya/0003_202009G3P13992.htm

Autor: Marciano Sánchez Bayle

Ahora que se está produciendo una oleada de rebrotes del coronavirus vuelve la vieja polémica de la responsabilidad de la mala situación que tiene España en el contexto europeo, y de nuevo todo el mundo parece querer eludir su responsabilidad cargándosela a los demás. En mi opinión la responsabilidad esta bastante compartida:

1. La población, aunque la maoría cumple las normas hay un sector minoritario pero significativo, sobre el 10-15 % (entre 6 y 7 millones de personas) que no lo hace: reuniones sin control, no uso de mascarillas, ignoran las distancias, e incluso personas que debían estar confinadas que no lo están, etcétera.

2. Las autoridades de las comunidades autónomas que no han utilizado los 1.000 millones que recibieron del Gobierno para reforzar la atención primaria y/o contratar rastreadores, que tampoco han intervenido en las residencias, ni reforzado las plantillas en los centros sanitarios donde sigue habiendo muchas camas cerradas, etcétera.

3. El Gobierno central que parece haber dejado el control en manos de unas autonomías más entretenidas en falsear los datos o en enfrentarse con el Gobierno central (véase el caso escandaloso de Madrid), que en tomar el mando y la coordinación efectiva, y que no ha verificado que los fondos recibidos por las comunidades se destinan al necesario refuerzo de la sanidad pública.

4. Y por fin los partidos políticos, especialmente los de la oposición que han hecho del enfrentamiento y la descalificación su forma de trabajo, fomentando así la incredulidad ciudadana y dando alas a los negacionistas de turno.

Los que no somos responsables somos los trabajadores de la Sanidad que nos hemos esforzado en contener los daños de la pandemia y en atajar su expansión, como los demás trabajadores de los servicios públicos esenciales, que han mantenido el tipo para proteger el funcionamiento de la sociedad y que no nos merecemos lo que esta pasando.

¿Que podemos hacer? Rectificar: asegurar el cumplimiento de las medidas de seguridad, aumentando las restricciones y utilizando medidas policiales contra los incorregibles, aumentar los medios humanos y materiales de la sanidad pública -especialmente en la atención primaria y en los rastreadores-, dotar al Ministerio de Sanidad de una política eficaz de coordinación y control de la pandemia (el virus no respeta fronteras autonómicas), y los políticos deben abandonar los enfrentamientos sectarios, porque la unidad y la coordinación son fundamentales para combatir la pandemia.

 

Los pobres mueren antes

2020052917590835006

Fecha de Publicacion : 13/08/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/pandemia-covid-pobreza-desigualdad-enfermedad-mortalidad-comunidades-autonomas/20200813084722178170.html

Autor: Carlos Sánchez Fernández y Sergio Fernández Ruiz
 

La muerte nos llega a todos antes o después, pero como diría Orwell unos son mas iguales que otros ante el fin de la vida. Así se deduce de 2 recientes publicaciones, el Atlas Nacional de Mortalidad en España realizado por la Generalitat Valenciana y la Fundación Fisabio y el Informe Evolución de la Esperanza de Vida y la Mortalidad en las CCAA, desde la crisis hasta la actualidad elaborado por la FADSP.

En el conjunto del país la esperanza de vida aumentó en 1,17 años, sin embargo no aumentó igual en hombres que en mujeres, en los primeros se incrementó en 1,41 mientras que en las mujeres lo hizo en 0,82 años, con lo que la diferencia en esperanza de vida de las mujeres respecto a los hombres se redujo entre 2010 y 2018 en 0,5 años, pero continuó existiendo una mayor esperanza de vida a favor de las mujeres (5,39 años en 2018).

Las CCAA con mayor esperanza de vida fueron Madrid y Navarra (84,23 y 84,18 años respectivamente en 2018) y las que la tuvieron menor eran en ese mismo año Andalucía (81,86) y Canarias (82,26), es decir una persona que viva en la comunidad autónoma con mayor esperanza de vida en principio vivirá 2,37 años más que si viviera en la que la tiene menor.

La tasa de mortalidad general (por 1000 habitantes) también tiene una gran dispersión según CCAA, Madrid y Baleares son las que tienen una menor tasa de mortalidad (7.04 y 7,06 respectivamente) mientras que las mayores tasas están en Asturias (12,92) y Castilla y León (12,13). En este caso se debe probablemente al mayor envejecimiento de la población en estas 2 CCAA respecto a las que tienen las menores tasas de mortalidad. Como era de esperar la mortalidad es mayor entre los hombres (0,52 puntos en 2018), y ha aumentado en ambos sexos durante estos años.

La tasa de mortalidad infantil por 1000 nacidos vivos decreció en el periodo en 0,57 puntos y de forma muy parecida entre hombres y mujeres. La mayor mortalidad infantil en 2018 se encuentra en Andalucía (3,77) y la menor en Navarra (1,77).

Entre las tasas de mortalidad por enfermedades especificas (calculadas por 100.000 habitantes), la mortalidad por enfermedad de Alzheimer aumentó ligeramente en este periodo (0,25 puntos), la mortalidad por cáncer presentó una disminución de 12,12 puntos en el periodo, sobre todo entre los hombres, probablemente por la disminución del tabaquismo entre estos mientras se incrementa entre las mujeres. La mortalidad por diabetes también disminuyó (1,78 puntos) y por enfermedad cerebrovascular también lo hizo (7,36 puntos), en ambos casos es probable que en relación con el mejor control de la diabetes y la hipertensión arterial, lo que depende fundamentalmente del funcionamiento del sistema sanitario.

La mortalidad por neumonía e influenza aumentó en cambio (1,63 puntos) probablemente debido al aumento de la edad media de la población, ya que estas enfermedades presentan mucha mayor mortalidad en las personas mayores y con pluripatologías.

Merece la pena destacar que tanto una menor esperanza de vida como unas mayores tasas de mortalidad, tanto general como por las causas analizadas, se concentran en las CCAA con menor PIB per capita (Andalucía, Canarias, Murcia, Extremadura), lo que ya ha sido señalado por numerosos estudios como los de determinantes de salud de la OMS en Europa (The solid facts 2003) o como el de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español que en su Informe sobre las Desigualdades en Salud de 2019 señalaba que “el estado de salud es claramente más deficiente entre las personas en situación de pobreza, tanto en lo que se refiere a la salud percibida, como a la existencia de enfermedades crónicas y limitaciones básicas de la vida diaria. Cuatro de cada diez personas pobres (37,4%) consideran que su salud es regular, mala o muy mala. Esta cifra es once puntos superiores al de las personas no pobres (26 2%)”.

Asimismo la pandemia de covid19 ha tenido un mayor impacto en los grupos de población con menores recursos, tal como lo demuestran los estudios en barrios de Madrid y Barcelona donde se ha visto que el número de casos por 100.000 habitantes tenía una 8,37% más de casos positivos en los barrios más pobres en la primera ciudad y un 66% más en la segunda. Asimismo las localidades del sur y el corredor del Henares en Madrid, con menor renta per capita, presentan una incidencia mayor de casos que las del norte y oeste de mayor renta per capita. Otro caso relevante es el de los temporeros donde se han evidenciado un importante brote probablemente causado por unas muy deficientes condiciones de trabajo y de vivienda. Desgraciadamente los datos de mortalidad no están desagregados por nivel socioeconómico, pero probablemente cuando se analice esta variable se encontrara una mayor mortalidad entre los sectores de población con mayor pobreza.

La relación entre pobreza y peores indicadores de salud está vinculada tanto con unos menores ingresos lo que produce peores viviendas, problemas de acceso a una dieta saludable, desempleo y subempleo, peores condiciones de trabajo con mayores riesgos para la salud, mayor consumo de sustancias toxicas (alcohol, tabaco, etc), peor nivel educativo que favorece hábitos menos saludables (mayor obesidad por ejemplo), así como problemas de acceso a muchas prestaciones sanitarias (por ejemplo odontología, imposibilidad de retirar medicamentos prescritos por no poder asumir los copagos, etc).

Desgraciadamente hay pocos estudios que nos permitan evaluar las desigualdades dentro de las propias CCAA y dentro de los propios municipios, es decir que hagan un análisis según el nivel socioeconómico y la clase social, porque incluso analizar según el código postal es insuficiente porque con frecuencia agrupa situaciones económicas y sociales muy diferentes.

Una última reflexión tiene que ver con la necesidad de reducir las desigualdades tanto en esperanza de vida como en mortalidad, que se ha evidenciado son muy importantes, desarrollando instrumentos como el Plan Integrado de Salud, y tenerlo en cuenta en la prevención y el abordaje y de los rebrotes más que previsibles de la Covid19. Asimismo señalar que dentro de las propias CCAA existe en algunos casos una desigualdad notable que también debería abordarse, así como la influencia en estas desigualdades del nivel socioeconómico, que como se ha señalado puede ser determinante.

Cinco aspectos a solucionar para paliar los problemas de las conclusiones sobre Sanidad de la Comisión de Reconstrucción

2020080811472855448

Fecha de Publicacion : 08/08/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/proposito-conclusiones-sanidad-comisionreconstruccion-sanidadpublica/20200808113906178042.html

Autor: Marciano Sánchez Bayle
 

Hace pocos días el Congreso aprobó finalmente las conclusiones sobre Sanidad y Salud Pública para la Reconstrucción Económica y Social, y lo primero que al leerlas se produce es una profunda decepción, ante unas conclusiones que parecen desatender la exigencia social y profesional de reforzamiento de la Sanidad Pública, para afrontar los problemas de nuestro sistema sanitario puestos de relieve con la pandemia y poder responder con mayor eficacia ante los rebrotes que se están produciendo y una previsible segunda oleada de la Covid19.

El documento, muy largo y de estilo especialmente rebuscado y ambiguo, aborda muchos temas pero es especialmente insuficiente en lo que respecta a la política farmacéutica y la investigación donde propone reforzar el papel del sector privado y la colaboración público-privada. Por otro lado los aspectos de Atención Primaria y Salud Pública son los mejor desarrollados y llama poderosamente la atención que lo que respecta al modelo sanitario sea un cajón de sastre de cuestiones, que siendo importantes, poco o nada tienen que ver con este y que no se diga una sola palabra sobre las privatizaciones que ha sufrido nuestro sistema sanitario y por lo tanto tampoco se plantee ninguna medida para superarlas.

Por supuesto las 87 recomendaciones contienen propuestas positivas, entre las que hay que destacar la de dedicar el fondo de reconstrucción solo a los centros de gestión y titularidad públicas, la desvinculación de la industria farmacéutica de la esponsorización de asociaciones de profesionales y usuarios, y la creación de una reserva estratégica de productos sanitarios críticos, etc. Pero su lenguaje, en general confuso y alambicado, y la ambigüedad del texto hace que haya pocos compromisos concretos y que todas las cuestiones que se plantean estén pendientes de desarrollos legislativos posteriores para poder ser efectivas.

Desde la 'Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Publica' entienden que las soluciones a los problemas de la Sanidad Pública tienen que venir fundamentalmente por el desarrollo de cinco aspectos que no están o están insuficientemente contemplados en las Recomendaciones:

  • Un compromiso con una financiación suficiente con la Sanidad Pública que se relacione con un aumento de los presupuestos del sistema sanitario público per capita para alcanzar el promedio de los países de la UE, así como garantizar un 25% del gasto sanitario público en Atención Primaria, un 2,5% en Salud Pública y el 2% en investigación. Ello podría hacerse mediante el posicionamiento en el Fondo de Reconstrucción Sanitaria de 46.000 millones de euros, siguiendo en su reparto los criterios que se señalan en la recomendación 73.
  • Cambiar de manera sustancial la política farmacéutica para garantizar el acceso de toda la población a medicamentos de calidad a un precio razonable lo que exige aparate de criterios más estrictos en la fijación de precios, la puesta en funcionamiento de una producción pública de medicamentos y promover la investigación pública y los retornos de las subvenciones y ayudas a las farmacéuticas.
  • Delimitar claramente la Sanidad Pública de los intereses privados, fomentando el sector sanitario público en recursos, aprovechamiento de los mismos, investigación, regulando estrictamente los conflictos de interés, etc. Además de garantizar la paralización de nuevas privatizaciones y la recuperación de lo privatizado
  • Poner en marcha una política eficaz sobre Salud Pública, reforzando sus efectivos, creando una agencia/instituto de Salud Pública para coordinar las actuaciones a nivel de todo el país y elaborando el Plan Integrado de Salud.
  • Incrementar de manera sustancial los recursos humanos de la Sanidad Pública especialmente en enfermería en Atención Primaria y reforzar el compromiso de los mismos con la Sanidad Pública, potenciando la dedicación exclusiva.
Hay que ser conscientes de que las Recomendaciones son eso, recomendaciones, y que carecen de fuerza legal, por lo que lo que realmente importa será la legislación que se produzca, especialmente los próximos presupuestos que son los que pondrán de relieve el compromiso real con la Sanidad Pública de este gobierno.

Resulta decepcionante que hayan sido precisamente los partidos que sustentan este gobierno los que hayan impulsado estas conclusiones, que poco o nada avanzan en solucionar los graves problemas que tienen nuestro sistema sanitario. Desde la 'Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Publica' afirman que "seguirán trabajando por reforzar la Sanidad Pública y protegerla de los intereses comerciales que la ponen en peligro y movilizando a profesionales y población para consolidarla y defenderla de quienes quieren destruirla".

Covid-19 Madrid: un plan tardío e insuficiente

2020072912085784525

Fecha de Publicacion : 29/07/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/plan-tardio-insuficiente/20200729115138177726.html

Autor: Marciano Sánchez Bayle
 
Isabel Díaz Ayuso y su consejero de Sanidad acaban de hacer público un plan para afrontar los rebrotes de coronavirus en la Comunidad de Madrid, después de ponerse de perfil ante el aumento de casos en la región, y la evidente falta de rastreo de los contactos lo que hace que los datos de casos nuevos sean una incógnita, dado que la mayoría se están produciendo en personas jóvenes y con escasa o ninguna sintomatología, a pesar de que el goteo de ingresos en los hospitales empieza a producirse.

Este plan es tardío porque impone el uso obligatorio de mascarillas y otras restricciones (reuniones, etc.) cuando ya existe transmisión comunitaria en la región. Una medida que debiera haberse adoptado hace tiempo dado el notorio incumplimiento de las medidas de seguridad por una parte significativa de la población, en parte alentados por los Trump y Bolsonaro locales.

Pero lo más grave es que es insuficiente, porque no asegura a la región los medios sanitarios precisos para afrontar los rebrotes. Solo señalar los hechos mas relevantes: el número de camas cerradas es muy elevado, y como alternativa se plantea la reapertura de camas en el IFEMA que conviene recordar es un hospital de campaña abierto a toda prisa de manera improvisada y luego cerrado incomprensiblemente (eso sí pagamos a empresas privadas para hacerlo y mantenerlo y se supone volveremos a pagar para esta nueva reapertura y su posterior cierre), en lugar de cómo sería lo lógico reabrir las camas cerradas en los hospitales (en este caso de gestión pública), pero es más, abrir un hospital no es poner camas y equipamiento, sino y sobre todo, dotarlo de personal de todas las categorías, ¿de donde va a salir este?. Desde luego el plan no contiene ninguna previsión al respecto (a menos que se entienda por tal el interés de la Comunidad por dotar de sacerdotes católicos a los centros sanitarios), y los antecedentes de rápidos despidos tras el primer cierre del IFEMA no van a poner fácil el encontrar profesionales, porque aunque la Comunidad de Madrid parezca ignorarlo el personal sanitario no es material desechable, “de usar y tirar” y ahí tiene las movilizaciones de los MIR para demostrárselo.   

La Atención Primaria está más debilitada que al inicio de la pandemia (hay numerosos centros de salud con apertura limitada, los efectivos son muy reducidos, no se han cubierto las vacantes por vacaciones, etc.), con lo que su capacidad de respuesta, ya mermada tras años de recortes es aún menor en este momento. Y como guinda el número de rastreadores es notoriamente insuficiente, se habla de 360 para una población de 6,5 millones de personas cuando deberían situarse como mínimo en torno a los 40 por 100.000 habitantes (2.600) para garantizar una respuesta eficaz, en una Comunidad donde por sus circunstancias de densidad de población de movilidad el rastreo de contactos es una tarea muy complicada. Por otro lado, el tema de las residencias de mayores, verdadero foco de la mortalidad en la región, se circunscribe a restringir las visitas, no a garantizar mejores condiciones de las mismas como seria imprescindible.

Por fin la propuesta mediática, la llamada cartilla Covid19 parece una idea extravagante en la línea de las ocurrencias de IDA y su consejero (aunque quizás se trata de otra fuente de sustanciosos contratos a alguno de sus amigos) porque se desconoce la inmunidad y la duración de la misma que pueda provocar la enfermedad por lo que ninguna entidad sanitaria nacional o internacional recomienda su uso. En todo caso esos datos (haber padecido la enfermedad, los resultados de las PCR  y la presencia o no de anticuerpos) ya constan en las historias clínicas de la población y son accesibles con las TSI, y hay que considerar la estigmatización de los enfermos y/o los sanos que se puede provocar, en esto como en la manía por hospitales monográficos se pone de relieve la notoria antigüedad de los planteamientos de IDA (¿volveremos a los lazaretos y a los enfermos con campanilla como se hacía con los leprosos en la Edad Media?)

En resumen, de nuevo hacer como que se hace, mucho aparato escénico, recuérdese que con notoria falta a la verdad, a la proporción, y a la inteligencia, su consejero señaló que el IFEMA era  “un hito en la historia mundial”, pero pocas soluciones y/o insuficientes que ponen en riesgo la salud de la población que sufre unos gobernantes incompetentes, y solo preocupados por garantizar buenos negocios a sus amigos y desviar la atención sobre propuestas “espectáculo” para encubrir su mala gestión de las competencias que tienen atribuidas.

 

Del concepto de cuidar a la salud colectiva

mdm011ma001180418

Fecha de Publicacion : 06/07/2020

Fuente: https://www.diariodemallorca.es/mallorca/2020/07/07/concepto-cuidar-salud-colectiva/1521437.html

Autor: Evelyn Nicoleno Ontiveros e Isabel Coma Sánchez
 

No hay nada más antagonista al concepto de cuidar y al modelo que representa que las teorías neoliberales de "atención al cliente", concepto individualista asociado a una idea de mercado que trata un negocio de ganancias dependiente de una ley de oferta/demanda y de la capacidad especulativa de cada individuo para resolver una necesidad.

Antagonista porque el concepto "cuidado", alude a una idea de comunidad que se relaciona con la práctica de ayudarnos colectivamente y de la necesidad primaria de protegernos unos a otros para la preservación de la vida y posibilitar a los que más capacidad tienen de atender y ayudar a los que menos pueden, tanto desde la trasmisión de enseñanzas y sabidurías como en la asistencia a las necesidades de lo cotidiano.

Lo opuesto es un paradigma basado en la gestión de los riesgos y en unos intercambios sociales, económicos y simbólicos, desde la óptica de lo personal sobre cualquier otra dimensión solidaria y común, fundamentada en la afirmación del sentido de lo privado, la propiedad y del consumo como rasgo dominante de la identidad, afirmando así que "la capacidad de vivir requiere del triunfo de uno sobre los demás".

Trasladado esto a lo que ha ocurrido a nuestra sociedad y de forma más concreta en las residencias de mayores, podemos observar la propia entropía de donde la atención se dejó en otras manos a cambio de un beneficio económico, exponiendo abierta y crudamente que el objetivo del mercado no es otro que el del beneficio mayor, situándonos ante la necesidad de recuperar el concepto del cuidado como eje vertebral de nuestras actuaciones como comunidad.

Cuando se afecta la esfera de lo público, se modifica la experiencia individual que se traduce muchas veces en coartar el acceso a los bienes y beneficios que representa este ámbito común

Hay una realidad que hay que repensar y es que ahora mismo vivimos en una sociedad que nos obliga a romper cadenas de ayudas, viéndose agravado en el hecho de que son las mujeres en quienes recaen estos roles y que cada vez más deben resolver requerimientos como el del sostén económico.

Todo lo que nos acerca a la construcción de un tejido social fuerte, que protege, colaborativo, contributivo de unos con otros frente a la opción individualista y especulativa, nos lleva hacia modos análogos a los originarios para proteger y cuidar la vida.

Es decir, lo más próximo en el desarrollo a este tejido social contempla la salud, el riesgo de la enfermedad, la vejez, las dependencias, unido en un ordenamiento regulado y ligado al respaldo del estado. La esfera de lo Público define lo de todos y lo que debe ser preservado más allá de los intereses particulares o de los grupos y en el cual se pueden diferenciar los principios éticos del bien común.

El modelo sanitario cuidador son las instituciones donde el eje fundamental es asegurar la atención de todos en igualdad de condiciones. Por eso la idea de lo colectivo es lo más próximo a la salud pública, la prevención, la atención comunitaria, aunque tengamos una evolución imperfecta.

La atención primaria por su proximidad guarda la llave y es clave en esta concepción, pero su desarrollo e integración ha venido limitándose junto a un debilitamiento de su estructura, impidiendo el encuentro y fortalecimiento de los ciudadanos.

No hacemos defensa del gasto público como solución de lo privado. Lo colectivo va más allá de altos presupuestos, supone un modelo de pensar y actuar que cuando es interpelado por un fenómeno como el de la pandemia, esté preparado como respuesta de una construcción social que pone el cuidado sanitario por delante y se fundamenta en proteger la vida. (El mejor ejemplo de ello ha sido el trabajo realizado por personal sanitario, auxiliares, enfermeras, médicas, etc.)

El modelo que llamamos contrario no afecta solo nuestro país, donde se ha demostrado que las desigualdades ya existentes crecerán aún más tras la pandemia, sino a nuestro planeta.

Además, sin minimizar la dramática situación que nos está afectando, sorprende la desproporción del impacto en el primer mundo, donde cada año se producen millones de muertes por múltiples pandemias (malaria, évola, zika, dengue...) sin valorarse de la misma forma.

Ello hace pensar que como en el caso de la Covid-19 afecta por igual a ricos que a pobres, se percibe de forma diferente, sin llegar a asumirse que cualquier pérdida humana tiene el mismo valor, porque desgraciadamente esta sociedad en la que vivimos nos somete a dinámicas que solo podemos superar desde conceptos de ayuda colectiva, como los vividos en esta crisis.

Por ello no hay nada más contrario a los cuidados de la vida y en ella la salud, como la idea de negocio para el tratamiento de la enfermedad y siempre defenderemos "que la vida y la sanidad se sostienen en el paradigma de lo colectivo".

 

Derivación de fondos públicos al mayor 'holding' de medicina privada de Andalucía

 

Fecha de Publicacion : 23/07/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/privatizacion-sanidad-publica-andalucia-fondos-empresa-pascual-cadiz/20200723154110177531.amp.html

Autor: José A. Brieva Romero, Antonio Vergara de Campo, Lola Martínez Ruiz, Bernardo Santos Ramos, Luis Lara García y Teresa Almagro Vilar. Miembros de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Publica y/o Marea Blanca.
 
2020072316103475617

La Junta de Andalucía deriva 15 especialidades médicas de Cádiz a tres hospitales privados de la empresa José Manuel Pascual Pascual.

Todos hemos visto recientemente como un ciudadano, en un país democrático, a pesar de avisar repetida y desesperadamente de la asfixia que sufría por la actuación de unos policías, fallecía finalmente por la persistencia de dicha actuación. Pues bien, algo así está ocurriendo con la Sanidad Pública española. La Sanidad Pública ha sido severamente golpeada por la Covid-19, una confrontación que ha demostrado tres cosas: 1) que la Sanidad Pública es el único sistema capaz de atender los problemas sanitarios graves de la población (compárese con la torera posición de perfil adoptada por la medicina privada nacional durante la pandemia); 2) que cuenta con la enorme capacidad de esfuerzo y sacrificio de sus trabajadores; y 3) que este sistema padece las enormes carencias causadas por años de recortes, privatizaciones, precarización e imprevisión por parte de las autoridades. A pesar de la contundencia de estos hechos, las administraciones, en la mayoría de casos dirigidas por el Partido Popular, siguen asfixiando implacablemente a la Sanidad Pública, como pone de manifiesto lo que en los últimos meses está ocurriendo en la provincia de Cádiz, que no es más que un ejemplo de lo que viene, y sigue, ocurriendo en múltiples puntos de España.

Esta lamentable historia se concreta a principios del mes de mayo, cuando el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ordena el ascenso de los hospitales de la empresa de medicina privada José Manuel Pascual Pascual, S.A. (con centros hospitalarios en Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María y Villamartín) a Áreas de Referencia para 15 especialidades médicas (que atienden la práctica totalidad de las enfermedades), para catorce poblaciones gaditanas, afectando a 280.000 personas. Esta decisión revela y ejemplifica la auténtica relación de fuerzas que mueve a las autoridades sanitarias públicas del país.

La empresa Pascual es el mayor “holding” de medicina privada de Andalucía. Por supuesto, nada hay que decir de la actividad privada de una empresa privada. El problema surge cuando, como en este caso, la empresa privada desarrolla la mayor parte de su trabajo en el sector público. Dicha empresa tiene una larga trayectoria en la provincia de Cádiz, habiendo mantenido una relación compleja con las autoridades, inicialmente de privilegio (homologación de hospitales concertados en zonas desabastecidas con puertas giratorias de por medio) y posteriormente conflictiva, como evidencian los numerosos contenciosos interpuestos entre ambas instituciones. Uno de los más sonados condujo a que al Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía emitiera la Resolución de 2 de marzo de 2018 en relación al expediente sancionador ES-08/2016, por la cual se describe con dureza cómo la empresa Pascual ha actuado mediante el uso desleal e ilegal de su posición de dominio de mercado, lo que llevó a condenarla con una importante sanción económica. No se trata, por tanto, de una empresa colaboradora, sino más bien litigante y hostil, con respecto a la Sanidad Pública provincial. Por ello es más sorprendente aún la decisión actual de la Junta.

Pérdida del derecho de libre elección

La traducción real de la medida que en mayo (en medio de la pandemia) toma el SAS es la restricción de la libre decisión de los ciudadanos sobre sus problemas de salud. Hasta ese momento, los ciudadanos de estos pueblos, ante el hecho de tener que ser atendidos por una dolencia, podían decidir, junto con su Médica/o de Atención Primaria, libremente y directamente, acudir al Hospital Público de Referencia de su área (Hospital de Jerez, Hospital Puerta del Mar de Cádiz, Hospital de Puerto Real).  Este derecho desaparece con la Orden actual. La Junta afirma que sólo se trata de un cambio en el “módulo de citación”, una supuesta mejora administrativa. Pero eso no es cierto. Estas personas, cuando ahora necesitan ser atendidos para la mayoría de las enfermedades, tienen que acudir a los centros Pascual; la posibilidad de ser derivados directamente a los centros de la Sanidad Pública, como ocurría antes, está oficialmente dificultada, cuando no impedida en la práctica. Una primera conclusión es que a 280.000 gaditanos se les dificulta/impide decidir dónde quieren ser atendidos y tratados de sus enfermedades.

Por el contrario, los grandes beneficiarios de esta medida son los centros Pascual, que ahora son lo que decidirán qué hacer en cada caso. Como es sabido, los centros privados actúan según beneficios, seleccionando a aquellos pacientes con patologías “rentables”, asumiéndolos, y derivando las patologías complejas y costosas al sector público. Por tanto, esta medida otorga a la empresa privada derecho ampliado de selección de pacientes y, por tanto, desvía más fondos públicos para aumentar sus ganancias a partir de ahora.

Pérdida del derecho a la igualdad de acceso a la Sanidad Pública

Pero el derecho de libre elección no es el único de esta importante fracción de la población gaditana que resulta mermado por la Orden de la Junta. Al conferir el estatus de Áreas de Referencia a los centros Pascual de la provincia, la Junta asume que estos poseen la capacidad para resolver la mayoría, si no todas, las enfermedades derivadas. Es más, ya que con el nuevo sistema de citación, el acceso a los centros de la Sanidad Pública resulta dificultado/restringido, hay que concluir que, según la Junta,  la calidad asistencial de los centros Pascual y los centros de la Sanidad Pública es similar. Pero ¿es cierto esto?, ¿tiene la Junta constancia y acreditación suficiente de que la capacidad y calidad asistencial de los centros Pascual y los centros de la Sanidad Pública (Hospital Universitario de Jerez, Hospital Universitario de Puerto Real y Hospital Universitario Puerta del Mar) son las mismas?

Tomemos cualquier especialidad de las que se van a ser derivadas y analicemos su estructura y función en cualquier de esos Hospitales Públicos gaditanos. Cualquiera de ellas está integrada por facultativos especialistas (con formación MIR), una plantilla de enfermería entrenada y una dirección especialista seleccionados en concursos de concurrencia pública y contraste de méritos, que mantienen su actividad siguiendo criterios de trabajo en equipo y gestión clínica de calidad, con sub-especializaciones contrastadas, con sesiones clínicas y/o científicas diarias, sesiones anatomo-patológicas e inter-consultas con otras especialidades registradas, sistemas controlados de respuesta a hojas de reclamaciones, actividad docente de sus miembros tanto para alumnos de medicina y enfermería como para facultativos en formación MIR y, con frecuencia, con actividad científica evidenciada por proyectos competitivos financiados y publicaciones en bases de datos de ciencia médica. A esto hay que añadir el resto de personal técnico y auxiliar acreditado. Además, muchas de estas unidades y servicios han sido refrendadas por sistemas de acreditación externos (ACSA, ISO, etc.). Todos estos datos son accesibles y públicos. Por último, la estructura de los hospitales públicos cuenta con sistemas intramuros de apoyo de laboratorios, radiología, farmacia, anatomía patológica, medicina preventiva y otros servicios generales cuyo personal ha sufrido los mismos criterios de selección y calidad. Todo esto hace que el cuidado de los pacientes en los centros públicos esté adecuadamente garantizado con los mejores estándares.

La pregunta es: ¿existen estos sistemas de control y de garantías de la calidad (formación MIR, número, nombres de especialistas por centro y sus CVs, nombramientos por méritos, enfermería experimentada, modo de función, servicios de apoyo intramuros, sistemas de control de calidad, etc.) en los centros Pascual? La respuesta a esta pregunta es que no se sabe. ¿Conoce estos datos la Junta de Andalucía? Sería bueno que lo hiciera público. La Junta es la garante de la calidad de los servicios concertados, y puesto que ha decidido ascender la categoría de dichos centros a Áreas de Referencia, debe disponer de estos datos, de las inspecciones ordinarias desarrolladas recientemente en estos centros y del preceptivo Informe Propuesta de Homologación del nuevo estatus de los mismos exigidos en los Decretos 165/1995 y 69/2008, que le permitan promover el cambio ordenado. Estos documentos, que deberían existir, deben ser públicos, ya que ellos deben aclarar las incógnitas sobre la legalidad del cambio de categoría de los centros Pascual. De momento, lo que se puede concluir es que la mayoría de gaditanos (más de 800,000) disponen de centros públicos razonablemente acreditados mientras otros (280.000) son derivados a los centros Pascual, cuya acreditación, calidad y sistemas de control de la misma son desconocidos. Esta diferencia de acceso es una conculcación de la Ley General de Sanidad que establece la igualdad y equidad de acceso a la asistencia de todos los ciudadanos. La adopción de medidas que consagran la desigualdad e inequidad entre gaditanos es, además de inaceptable, ilegal.

Aspectos económicos de la medida

Llegados a este punto es importante considerar los aspectos económicos de la decisión de la Junta. Este análisis, como se verá, encuentra injustificado que una importante parte del Gasto Sanitario Público de Cádiz se derive a los centros Pascual, tal como viene siendo acordado entre el SAS y dicha empresa mediante sucesivos conciertos. Como es sabido, esta empresa, a través de sus centros venía ya atendiendo, aunque no como áreas referenciales, parte de la patología de los habitantes de catorce poblaciones de la provincia, a cambio de cantidades fijadas por el trabajo realizado, estimado en un número concreto al año de Unidades de Producto Concertado (unidades de medida del trabajo).

El primer motivo de esa falta de justificación se debe a la dificultad para determinar con precisión el volumen de trabajo realizado realmente por la empresa.  Esta dificultad ha sido reconocida por la Junta de Andalucía en varias resoluciones durante los últimos años (la última de ellas con fecha abril de 2020), sin que, hasta la fecha, el sistema de información de datos se haya modificado con eficacia demostrada para impedirla. En segundo lugar, estos conciertos contemplan una cláusula de “disponibilidad”, lo que permite a la empresa privada cobrar la totalidad de la anualidad fijada, aunque no haya realizado la cantidad comprometida de Unidades de Producto Concertado. Esto ha permitido que la mencionada empresa vaya a cobrar 43 millones de euros por trabajo no realizado en las últimas dos anualidades. En tercer lugar, los precios realmente pagados por el SAS a la empresa Pascual por las diferentes patologías asistidas son ciertamente opacos. No obstante, en la Resolución S01/2018 del CDCA ya mencionada, se especifica que los precios abonados por concierto a esta empresa durante años han sido 38%-40% más caros que los abonados a otras empresas similares, también concertadas con el SAS. Por último, no conocemos de la existencia de sistemas eficaces de control de los trabajos realizados por la empresa Pascual para el SAS, que eviten y alerten sobre posibles repeticiones innecesarias de exploraciones, citas o intervenciones, así como ingresos hospitalarios excesivos por retrasos diagnósticos y retrasos en los traslados a los centros públicos que finalmente afronten problemas clínicos severos o complejos que la empresa Pascual no asume, una eventualidad que puede tener consecuencias graves para los pacientes. Todos estos factores demuestran que, durante años, estos conciertos vienen costando demasiado a la Sanidad Pública gaditana y que carecen de controles eficaces exigibles.

En este contexto también es importante analizar el gasto en farmacia en la asistencia concertada en Cádiz entre el SAS y los centros Pascual, un componente estimado generalmente en el 25% del gasto sanitario. Además, el mercado farmacéutico está sujeto a potentes intereses comerciales, por lo que requiere de estrictos controles. Por ello, los médicos de los Centros de Salud y los Hospitales públicos, junto con los equipos de farmacéuticos correspondientes, trabajan en base a protocolos de tratamiento que derivan de muchas horas de estudio y debate, para adecuar y afinar al máximo las terapias a las características de los pacientes. Estos tratamientos están adecuadamente controlados y consensuados (uso auditado permanentemente en base a diversos indicadores de calidad e idoneidad). Por eso, sólo los médicos que trabajan en el Sistema Sanitario Público pueden hacer recetas con financiación pública. Al menos así era hasta hace poco más de un año, momento en que el SAS autorizó a los médicos de la empresa Pascual en Cádiz a utilizar el sistema de recetas del Sistema Público para derivar el gasto, aunque sin asumir ninguna regla de control conocida. Es decir, la utilización de los medicamentos que hacen los médicos de los centros Pascual es opaca porque sus recetas, aunque cargadas al Gasto Sanitario Público, no se incorporan a los sistemas de control público y se desconoce qué se prescribe, a quien se prescribe y la calidad de todo el proceso.

Mención aparte merecen los medicamentos hospitalarios, aquellos que no se prescriben en recetas, sino que son dispensados directamente desde los hospitales, en general de alto coste y complejidad. Actualmente, las prescripciones de los médicos de Pascual son dispensadas (y pagadas) por el Hospital del SAS de Jerez, de forma que la indicación del gasto se hace en la empresa privada sin sistemas de control conocidos, pero el pago efectivo se hace desde la Sanidad Pública. Parecería lógico que los servicios de farmacia de los hospitales Pascual asumieran el complejo trabajo de la dispensación de estos medicamentos y del seguimiento de los pacientes y por supuesto que asumiera su coste, como hacen otros entes privados concertados. Pero por increíble que parezca, los centros Pascual de Cádiz, que están ingresando dinero en exceso, más allá de las prestaciones clínicas que realiza, no asumen el coste de los medicamentos hospitalarios que utilizan en cada prestación, cuando deberían. La empresa Pascual cobra por atender a los pacientes, se afirma, “de una forma integral” (supuestamente incluyendo los fármacos que se usan en cada prestación concreta), pero se quita subrepticiamente de encima el coste de los fármacos que usa en sus prestaciones. Es decir, los fármacos de estos pacientes los pagamos todos nosotros dos veces.

Estos datos revelan que en dos epígrafes esenciales de gasto (asistencia y farmacia) incluidos en los conciertos con esa empresa, dos epígrafes que suman cantidades seguramente superiores a los 100 millones de euros anuales, existen claros elementos de sobrecoste y de falta de control adecuado y transparente.  Cabe pensar si la suma de los más que posibles sobrecostes reiterados y escasamente controlados a lo largo de los años, hubiera permitido de sobra, y desde hace tiempo, contar ya con centros públicos en Sanlúcar, El Puerto de Santamaría y Villamartín que evitaran la posición de dominio de mercado que, con frecuencia, adopta la mencionada empresa: ¿Cuánto tiempo más se va a mantener esta situación de posible “secuestro del regulador” y de sobrecostes innecesarios sobre al dinero de todos?

Conclusiones:

Nos encontramos, por tanto, con una situación en la que una parte de la población de Cádiz no puede ejercer su derecho a la libre elección a la asistencia sanitaria pública y es tratada de forma desigual con respecto al resto de la población de la provincia, unos hechos que se acompañan de que la Junta aumente con fondos públicos los beneficios de una empresa hostil y con la que ha contraído conciertos con sobrecostes y sin controles transparentes. Esta situación, que viene ocurriendo desde hace tiempo, se afianza e incrementa en medio de la pandemia, cuando más clara resulta la necesidad de reforzar y blindar la Sanidad Pública depauperada tras diez años de recortes, privatizaciones y precarización laboral. Es obvio que esta medida acentúa el detrimento de la financiación de los centros de la Sanidad Pública de Cádiz y aumenta la financiación de la empresa Pascual. Además, es conocido por lo acontecido en otras regiones de España con procesos de derivación a empresas privadas similares (Madrid, Valencia, Galicia), que esto se acompaña a medio plazo de recortes en la plantilla de los centros públicos afectados. Estos hechos han sido denunciados por asociaciones de protección de la ciudadanía (Mareas Blancas, ADSP, FACUA, APDHA, etc.), sindicatos de trabajadores (CCOO, UGT, Confluencia Sindical de la Bahía), partidos políticos (IU, Podemos, Adelante  Andalucía, PSOE) y numerosos alcaldes y corporaciones municipales de los pueblos afectados. La ciudadanía se ha mostrado en contra mediante concentraciones (día 20 de junio, frente al Hospital Puerta del Mar de Cádiz; día 27 de junio, frente al HARE de Vejer, día 18 de Julio frente al Centro de Salud de Rota) o marcha multitudinarias (día 1 de julio, marcha desde Trebujena y concentración ante el Hospital de Jerez). A fecha de hoy, el conflicto y la desafección de la población continúa.

Y cabe preguntarse ¿por qué hace algo tan “inconveniente” la Junta de Andalucía y, además, en medio de la pandemia de la Covid-19? La respuesta no puede ser otra que porque esta es su firme decisión política, seguir con los recortes en los centros de la Sanidad Pública y aumentar la derivación de fondos públicos al negocio de las empresas privadas. En definitiva, se trata de no dejar respirar a la Sanidad Pública a pesar de los repetidos y claros avisos de “asfixia”. Una situación parecida a lo ocurrido, no hace mucho, con un ciudadano de un país democrático, tras la actuación de unos policías. Pero hay una diferencia notable: a la Sanidad Pública española se la asfixia pero no se la dejará morir del todo, ya que entonces se secaría el pozo de donde hacer ganar dinero a las empresas de medicina privada.

Debilidades en salud y sanidad, Europa, reconstrucción y pandemia

 

Fecha de Publicacion : 21/07/2020

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/debilidades-salud-sanidad-europa-reconstruccion-pandemia/20200721164038177470.html

Autor: Pedro Lorente
 
2018010913262512199

Las decisiones nos comprometen diría JP Sartre, y las decisiones de los profesionales durante la pandemia han comprometido a toda la sociedad a estar a la altura del momento histórico. Ahora le toca a los diputados y diputadas de nuestras Cortes estar a la altura y encontrar el mejor camino para fortalecer la Sanidad Pública que se ha ganado sobradamente el puesto de sector estratégico nacional, y fortalecer el derecho a la protección de la salud del artículo 43 de nuestra Constitución.

Tras las conclusiones del Grupo de Trabajo de Sanidad y la Mesa de Reconstrucción toca decidir qué medidas van a ser las más eficaces para conseguir un blindaje del Sistema Nacional de Salud (SNS) y encontrar un equilibrio en este país donde las competencias en sanidad están transferidas a las 17 Comunidades Autónomas marcadas con amplias desigualdades presupuestarias de salud y heterogeneidad en los modelos de política sanitaria y desarrollo. Pero es necesario parar y reflexionar sobre la realidad para encontrar el camino, pues esta historia no va de heroicidades, sino de dirigir el SNS a la dirección política y organizativa adecuada para conseguir su objetivo final, cuidar y curar a la población con pandemia o sin ella. Por ello merece la pena reflexionar sobre las debilidades de nuestro sistema, aprender de los errores para mejorar las desigualdades en salud, financiación, políticas de privatización y los recursos humanos entre otros temas que afectan a nuestro Sanidad Pública.

Gobernanza y desigualdades sanitarias

Se conoce poco sobre las desigualdades existentes en el desempeño de los servicios sanitarios entre las diferentes regiones, y la evaluación de las políticas sanitarias en el territorio español. El limitado conocimiento adquirido en las últimas décadas sobre las desigualdades sociales en salud tampoco se ha reflejado en cambios en las políticas sanitarias. Las desigualdades en la salud no afectan a lo meramente organizativo y presupuestario o a la sanidad. De hecho, los servicios sanitarios son sólo uno de los determinantes de la salud, aunque es el determinante al que el presupuesto sanitario dedica más recursos económicos. La evaluación de las medidas del desempeño de los servicios sanitarios es importante para valorar cuestiones fiscales del gasto sanitario, incidir en las desigualdades de salud y diseñar políticas sanitarias dirigidas a equilibrar los resultados en salud de las diferentes CCAA. Así pues, conocer hasta qué punto existen desigualdades entre los servicios sanitarios y la comparación entre ellos es un hecho legítimo, además de ser una manera de rendir cuentas ante la sociedad y una fuente de información con la que diseñar políticas sanitarias. Quizá por ello, la OMS desde su Comisión de Determinantes Sociales de la Salud, apunta desde hace años a las instituciones sanitarias como responsables de la acción en promoción de la salud y de la equidad sanitaria de sus pueblos, así como de los efectos de las políticas y programas de salud.

La mayoría de los planes de salud de las comunidades autónomas no incluyen objetivos destinados a disminuir las desigualdades socioeconómicas en salud y existen muy pocos ejemplos de intervenciones que las tengan en cuenta. Parece como si al aumento de las transferencias de competencias en sanidad y autonomía de las comunidades haya hecho perder el interés por las desigualdades de salud y evaluación de las políticas sanitarias entre las diferentes comunidades. La descentralización administrativa es importante pues implica acercar los servicios a los ciudadanos y afronta mejor sus realidades, pero cuando en plena pandemia, mientras se intentaba coordinar un sistema descentralizado para garantizar una respuesta unitaria, varias comunidades se enfrentan con el Ministerio, bajo criterios no sanitarios y en ocasiones desobedeciendo las indicaciones de Sanidad, la descentralización política y la politización de las cuestiones sanitarias se convierte en un problema para la salud. Sin la vuelta a la centralización del Estado de Alarma no se podría haber hecho frente a estas y otras cuestiones, lo cual habría afectado a la capacidad de respuesta del Ministerio. No quiero entrar en este documento a analizar el comportamiento contrario a la razón y la salud que han protagonizado algunas organizaciones políticas, me preocupa el daño producido a este país. Pero si pretendo avanzar y afrontar una cuestión clave; ¿Queremos dotar al SNS de mecanismos efectivos de compensación de las desigualdades sanitarias territoriales y protegerlo de la politización de la sanidad, o miramos a otro lado cuando los intereses políticos no sanitarios y territoriales se imponen a los intereses de la salud?

Los mecanismos y herramientas institucionales compensadores existentes como Consejo Interterritorial, entre otros, han sido superados por la pandemia, si los mecanismos de compensación interterritorial y la maquinaria de la coordinación hubieran funcionado, no habría sido necesario centralizar de la organización sanitaria, quizá también faltó lealtad institucional para que el modelo descentralizado funcionara. Por ello es preciso avanzar hacia la colaboración y coordinación para acabar con la inequidad entre sistemas sanitarios dentro de un mismo país. Una posibilidad en este sentido, es la creación de un Plan integrado de Salud, para definir necesidades de salud comunes, gestionado por el Consejo Interterritorial, con presupuesto propio, financiación finalista y dirigido a mejorar la equidad y coordinación entre comunidades, pero sobre todo es necesario estar a la altura como los profesionales sanitarios, que supieron identificar lo importante, la salud, y respondieron con lealtad a la llamada de sus pacientes.

Privatización del Sistema Nacional de Salud

Existen sobradas evidencias que el modelo de privatizaciones de la asistencia sanitaria no resulta ni eficiente ni es adecuado para gestionar la salud. En este modelo ha pasado de casi todo: sobrecostes en la construcción de hospitales PFI (Iniciativa de financiación privada), rescates con dinero público del modelo Alzira, fenómenos de puertas giratorias, irregularidades por la imbricación político empresarial, falta de supervisión o falta de integración, reducción de camas hospitalarias, etc, cuestiones bien documentadas en numerosos medios y publicaciones.

Numerosas publicaciones, como la revista “The Lancet”, corroboran que las políticas de austeridad, recortes y privatizaciones han deteriorado el SNS de nuestro país siendo preciso frenar el deterioro (2018). El BMJ, desde hace muchos años ya alerta en numerosos artículos que el modelo PFI es un fracaso, pero se exporta a otros países, y que no sirve para reducir gastos. La Unión Europea debate en estos momentos como articular el fondo de rescate europeo que puede convertirse en una nueva oportunidad para exigir recortes sociales y laborales conforme los intereses de las políticas neoliberales. No se está decidiendo en realidad las cuestiones técnicas del reparto del fondo, sino la naturaleza política del mismo. Se está decidiendo si el fondo se va a convertir en una nueva herramienta para doblar la voluntad política de los pueblos más castigados por la Covid 19 a cambio de dinero. Hay en juego, por ejemplo, si en la salida de la crisis económica, se va exigir desde Europa un cambio de modelo sanitario hacia mayor privatización a semejanza de los modelos de países como Holanda en manos de aseguradoras privadas, donde cuatro compañías copan el mercado, y que ahora encabeza los países de presión que pretenden imponer sus políticas, y exportar su modelo de aseguramiento privado a los países más castigados por la crisis de la Covid-19. Parece sensato, en previsión de los que nos viene, evitar este tipo de políticas fallidas derogando la Ley 15/97 de nuevas fórmulas de gestión y avanzando en la reversión de los hospitales, laboratorios, servicios de diagnósticos por imagen, etc.

Financiación del SNS

En nuestro SNS cada uno colabora en la medida de sus posibilidades y recibe en la medida sus necesidades, este es el pacto social que existe entre los sanos y los enfermos, parecido al pacto entre los trabajadores activos y los jubilados, etc.. y que convierte a nuestro Sistema Nacional de Salud en el servicio social que más aporta a la redistribución de la riqueza en nuestro país. Resulta sorprendente hablar de financiación mientras el gasto sanitario público es insuficiente y en disminución durante el periodo de la anterior crisis económica (2009-2018). Además, el gasto sanitario público está por debajo del gasto sanitario por habitante y año promedio de la OCDE y UE. También existe una gran diferencia entre los presupuestos de las diferentes CCAA aprobados para el 2020, con una media de 1.487 euros por habitante/año, con un rango superior para el País Vasco de 1809 habitante/euro/año, y unos rangos inferiores con Cataluña con 1192 euros/habitante y Madrid de 1236 euros/habitante, con una diferencia de 617 euros/habitante y 573 euros por habitante. Estas diferencias apuntan a que existe una desigualdad presupuestaria para el acceso del SNS en las mismas condiciones de cantidad de recursos entre las diferentes Comunidades Autónomas. Resulta también extraño hablar de compensación de desigualdad sin mejorar los recursos suficientes para afrontarla, aunque quede claro que no toda inversión en salud provoca más salud.

Recursos humanos del SNS

Los trabajadores sanitarios disminuyeron durante los recortes de manera importante y todavía no se han recuperado. Entre 30.000 a 50.000 según las fuentes. Existe un déficit también de enfermería por debajo de las ratios por habitantes promedio de la OCDE y UE (5.7/100.000 habitantes frente al 8.5 promedio de la UE). Se ha producido un deterioro continuado de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios con multitud de contratos precarios y elevada temporalidad que llega hasta el 40% en algunas categorías sanitarias. Alarmante es la situación de profesionales sanitarios con décadas de servicios y que solo han conocido temporalidad, los primeros que respondieron a la pandemia, antepusieron su profesionalidad a su precaria situación laboral. Sin embargo, los estamos invitando a emigrar al extranjero. Numerosos países se han beneficiado de nuestros valiosos profesionales por estas cuestiones en plena pandemia, países que tienen unas ratios profesionales/población mejor que nosotros. Parece sensato proponer un “Plan de repatriación de los profesionales en el extranjero”, porque aquí son necesarios. Así como trabajar en la mejora de las ratios de profesionales médicos de primaria con cupos adecuados, ratios para enfermería de primaria (1,5 enfermeras por cada médico), de hospitalización y de unidades de críticos adecuados, y la periodicidad en la convocatoria de empleo público y procesos de consolidación extraordinarios a los interinos de larga duración.

Defienden algunos autores que el privilegio de la política y sus representantes es elegir sabiamente las cuestiones de relevancia que puede desarrollarse en un momento histórico, pero más que privilegio es una responsabilidad. La inteligencia es pesimista, aunque la voluntad no, pero la situación es preocupante cuando problemas reales importantes se abordan con enfoques equivocados derivados de intereses no sanitarios, políticos o económicos. Todavía estamos a tiempo de oportunidad para no vernos en “el desastre del 98”, decepcionados como Don Santiago Ramón y Cajal cuando dijo “…nos arrastró a la catástrofe la vergonzosa ignorancia que vivían nuestros partidos de turno de la magnitud y eficiencia reales de las propias y de las ajenas fuerzas. Que lo malo de un país no consiste en su debilidad, sino en que esta sea ignorada de quienes tienen inexcusable obligación de conocerla”.

 

Madrid, ¿preparándonos para el rebrote?

2020050719083658581

Fecha de Publicacion : 12/07/2020
Autor: Marciano Sánchez Bayle

    Por desgracia las cifras de nuevos casos de coronavirus Covid19 en la Comunidad de Madrid no son nada tranquilizadoras., más de 1,500 nuevos diagnósticos a la semana, varios brotes activos, etc. De los datos que suministra la Consejería de Sanidad se deduce que sigue habiendo casos nuevos cuya fuente de contagio no es detectada y ello supone que el virus continúa circulando sin control por la región. Por otro lado, la hipótesis de que el calor produciría un control transitorio de la pandemia no se está comprobando, aunque es obvio que no sabemos que habría sucedido de continuar con bajas temperaturas, y es obvio que pese a las informaciones que continuamente aparecen en los medios no hay ninguna seguridad de que van a estar disponibles medicamentos curativos y/o vacunas en el corto o medio plazo.

    En esta situación tan preocupante ¿Cómo se prepara la Comunidad para un rebrote? Pues siguiendo su tónica habitual, recortando en la Sanidad Pública y favoreciendo los negocios privados. De entrada, no ha mantenido los contratos que se realizaron durante la pandemia a pesar de los acuerdos con los sindicatos, no se renovaron 3.665 contratos, lo que ha debilitado aún más la ya debilitada Sanidad Pública de la región necesitada, ahora más que nunca de refuerzos significativos de personal, y por si fuera poco ahora con la excusa del verano cierran más de 1.300 camas en los hospitales públicos de la región, lo que obviamente disminuye la capacidad de respuesta, pero además supone el posponer la recuperación de las tremendas listas de espera agravadas con la Covid19.

    Por si fuera poco se disminuyen los horarios de más centros de salud con lo que se dificulta la accesibilidad de la población a los mismos y sus potenciales labores de detección y rastreo de los nuevos casos y sus contactos. Todo ello en una Atención Primaria (AP) como la madrileña postergada y castigada especialmente por los recortes (recuérdese, Madrid es la comunidad autónoma que menor porcentaje de los presupuestos sanitarios públicos dedica a la AP y la que mantiene mayor número de personas asignadas por profesionales de enfermería, pediatría, etc, de hecho más del 50% de los profesionales de medicina de familia con más de 2.000 Tarjetas Sanitarias individuales de todo el país están en Madrid).

    Por supuesto, en las residencias de mayores, ningún cambio, a pesar de las resoluciones judiciales, de las llamadas y denuncias de ayuntamientos y familiares de usuarios, porque el negocio, como el espectáculo, y de eso si que sabe IDA… deben de continuar.

    Se me olvidaba, mientras tanto la Comunidad dedica 50 millones de €, al menos, a la construcción de un innecesario hospital monográfico sobre enfermedades infecciosas en Valdebebas, mientras no se recuperan las camas que se cerraron en los hospitales de gestión tradicional (1007 entre 2014 y 2018), ni se abren las camas por abrir en los famosos hospitales modulares inaugurados por Esperanza Aguirre, ni se acondiciona el antiguo hospital de Puerta de Hierro, cada vez más deteriorado, porque lo que da dinero, evidentemente a los contratistas, aunque no mejore la situación, es abrir, mantener y luego cerrar un hospital como se hizo en el caso del IFEMA. Todo un despropósito.

    Hay que hacer otras cosas distintas, y con cierta celeridad porque el previsible rebrote del otoño no deja demasiado margen: aumentar significativamente el personal de los centros sanitarios públicos, especialmente en enfermería, reflotar la Atención primaria y la Salud Pública garantizándolas recursos humanos suficientes, recuperar las camas hospitalarias cerradas en los centros públicos y realizar planes para atender las ingentes listas de espera incrementadas durante la pandemia porque la morbilidad y la mortalidad mayoritariamente no se producen por el covid19 sino por otras causas cuya atención ha sido postergada durante la pandemia. Y probablemente imponer el uso obligatorio de mascarillas como han hecho otras comunidades autónomas a más de garantizar unas condiciones de seguridad en el transporte público que eviten el hacinamiento y los contagios. En fin, dedicarse a solucionar los problemas que son de su competencia, que hasta hora no lo ha hecho.

    La ciudadanía de la Comunidad de Madrid necesita soluciones y no más gestos sobreactuados.

    Todo ello parece que va ser difícil de conseguir con este Gobierno, de todas maneras desde la ciudadanía y los trabajadores de la sanidad tenemos que exigirlo. 

Subcategorías


Scharfe sekretrinnen Indian babe fucked desi indian morning geilste pornos Desi Tamil Aunty Xxx Videos indian sexy couple Indian teen hard sex with boyfriend India hira mandi group sex with hindi audio Hot Indian Teen Babe With And Aunty Desi Girl Hot Fuck Desi Indian Blowjob Geile Sexstorys Indian girl duck with foreigner re upload Indian college girl sex Indan home sex Indian teen pornslap Cali cruz anal
xxx video xxxx indian porn bf porn
Perfect pussy debut
HD sex
rujizz
video porno
free porn
indian porn
porn hd
xxx japan 18

PLG_DEBUG_TITLE

Immediate Flow